Más de 700 hectáreas, que eran hábitat de flora y fauna en la región Arequipa, han sido arrasadas por incendios forestales durante el 2022. El fuego se produjo en siete episodios, según el reporte del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), con focos en las provincias de Arequipa y Caylloma.
Indeci contabiliza que 5 siniestros fueron en la provincia de Arequipa y 2 en Caylloma. Los de mayores proporciones han sido los ocurridos en las faldas del volcán Misti, donde en abril se consumieron 273 hectáreas y este fin de semana fueron más de 400 (el reporte oficial se publicará mañana). Mientras que, en agosto en Cabanaconde (Caylloma), se perdieron bajo el fuego otras 70. Vale recordar que cada hectárea, equivale casi a un campo de fútbol.
El administrador técnico de Serfor, Luis Felipe Gonzáles Dueñas, remarca que más allá del tamaño, cualquier incendio forestal es perjudicial, pues la flora y fauna se perdió para siempre y demorará en promedio 4 años en recuperarse. En algunas especies de plantas puede tomar más tiempo y juegan otros factores, como la presencia de lluvias. Ello también afecta a la fauna salvaje desplazada.
Los incendios forestales traen un fuerte impacto por la pérdida de biodiversidad. Por ejemplo, los eventos sucedidos en las faldas del volcán Misti, fueron dentro de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. “Un área rica en flora y fauna”, explica Gonzáles. Esto sin contar que el fuego también entró en parte de la zona núcleo, donde se halla mayor parte de la biodiversidad.
Entre la flora arrasada en las faldas del volcán Misti, se hallan más de 30 especies, como la chinchilcuma, el marco, el chiri chiri, o especies cactáceas como corotilla. También queñuales en la parte núcleo de la reserva.
Mientras que en fauna, hay aves como perdices, aguiluchos y águilas. Bajo el fuego se hallaron nidos calcinados. También hay insectos, lagartijas, roedores (vizcachas), además de zorros. Las especies que lograron escapar -señaló Gonzáles- perdieron su hábitat y tendrán que luchar (tal vez a muerte) con otros especímenes por nuevos territorios.
Pero las áreas afectadas también brindan servicios ecosistémicos, es decir, benefician al ser humano. Por ejemplo, las faldas del Misti son una zona de producción de agua subterránea, gracias a la vegetación. El recurso es aprovechado por poblaciones abajo. El funcionario de Serfor añade que parte de la flora también era usada como forraje por algunos ganaderos.
Los incendios reportados al momento se atribuyen a causas humanas. Los producidos en Caylloma estarían relacionados con la quema de residuos previos a la temporada de siembra, mientras que en las faldas del Misti sería por fogatas de quienes ascienden al volcán. Aunque existen sanciones, es complicado dar con los causantes.
El administrador de Serfor declaró que parte del problema es la falta de rutas oficiales para ascender al macizo arequipeño, donde se podrían establecer incluso zonas especiales para hogueras. Pero remarcó que el principal problema es la falta de conciencia y responsabilidad de las personas.