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Sociedad

Machupicchu está en riesgo grave por carga excesiva de turistas

Atentado. Ministerio de Cultura tiene un informe sobre deterioro de la ciudadela inca. No estuvo de acuerdo con incrementar el aforo a 5044, empero pudo más la presión social. Mientras tanto miles de turistas siguen llegando a Aguas Calientes para pasear sobre un monumento que podría ingresar a la lista de patrimonios en riesgo.

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El caos para comprar un boleto. Mil boletos de ingreso se venden en Aguas Calientes. Los turistas primero se registran en un cuaderno y al día siguiente les entregan el ticket. Foto: La República

Raúl Cabrera y Zaida Tecsi

Gulvanete Leite es una brasileña del estado de Bahía que llegó a Aguas Calientes o Machupicchu Pueblo el viernes en la noche en un grupo de 14 personas. Esa misma noche, formó su cola para registrarse en un cuaderno que lleva la municipalidad distrital. Si no figura en ese registro no le venden el ansiado boleto de acceso a la Llaqta.

Las entradas se comercializan al día siguiente en el Centro Cultural de Machupicchu donde la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco habilitó un espacio para la venta.

Antes de la pandemia la venta de tickets era por internet o en Cusco. Ahora de las 5.000 entradas disponibles, mil se ofrecen en Aguas Calientes, medida acordada después de protestas.

Manuel Chávez llegó también el viernes en la noche con sus tres nietos. Aprovechan las vacaciones del colegio para este viaje de ensueño. Lo precede una cola de cien metros. Cuando visitó la maravilla mundial hace seis años no había este caos.

Los turistas no son los únicos perjudicados. La ciudadela está amenazada por el deterioro con esta carga excesiva de visitas. Después de la pandemia, el aforo casi se duplicó de 3.044 a 5.044.

Recientes estudios evidencian un desgaste de la ciudad de piedra. La República accedió a un informe del Ministerio de Cultura. En este señala que las piedras incas de la ciudadela tienen un desgaste de más de 5 milímetros en algunas zonas como las fuentes de agua. Los resultados fueron arrojados en el escaneo 3D realizado en julio de este año.

El primer escaneo fue en el 2016, desde entonces el desgaste se acumula en casi un milímetro por año debido a las condiciones climáticas y el tránsito de las personas. En una década, el daño ascendería a un centímetro. “La proyección de desgaste calculado en las gradas del sector de las fuentes de agua por causas del intemperismo y el tránsito del turismo es de 0.848 mm por año, acumulando un desgaste en 6 años y 98 días de 5.32 mm”, dice el documento.

El saliente ministro de Cultura, Alejandro Salas, conoce de esta información grave, pero contradictoriamente, en menos de un mes, avaló la ampliación de la capacidad de admisión, la cifra prácticamente se duplicó respecto al aforo aprobado en octubre del año pasado de 3.044 personas por día. El 17 de julio se modificó a 4.044 visitantes diarios, una semana después se pasó a recibir mil más.

Antes de la pandemia, Machupicchu registró hasta 6.000 visitantes por día, ese descontrol motivó una visita de Unesco. Ese escenario de caos amenaza nuevamente al patrimonio inca.

Recomendaciones de Unesco

El excanciller Manuel Rodríguez Cuadros advirtió que la sobrecarga abre camino para que Unesco ubique a Machupicchu en la lista de patrimonios en peligro. Igual temor tiene el ex ministro de Cultura Luis Jaime Del Castillo, quien recuerda que en el 2017 se tuvo esa advertencia y por eso se dio una serie de recomendaciones.

“El Perú ha asumido una serie de compromisos con una misión de la Unesco que vino a Perú para hacer una revisión. Básicamente el mensaje fue que si el Estado peruano no podía resolver el asunto iba a incluir Machupicchu a la lista de peligro. Son tres puntos, uno de ellos, la gestión del sitio que incluye el aforo”, apuntó.

En el 2015, una consultora bajo la dirección de Douglas Comer realizó el estudio de la capacidad de carga del Santuario de Machupicchu. En base a ello, en el 2020 se definió el aforo máximo de 2.244 personas por día. El documento considera un incremento hasta cinco mil, siempre y cuando se cumplan condiciones como un Centro de Interpretación para visitantes, cosa que no ha sucedido hasta hoy, excepto el establecimientos de rutas y horarios. La gestión de Machupicchu estaba liderada por el jefe del parque arqueológico, José Bastante, funcionario que fue cambiado recientemente tras la presión social que busca desconocer los aspectos técnicos de conservación.

“En ningún caso el aforo debe darse en respuesta a una mayor o menor demanda. Eso quiere decir que no habría límite”, cuestionó Del Castillo. La reciente ampliación no tiene un informe técnico ni resolución que la avale, lo que configuraría la irregularidad. “El exministro Salas no es un tonto, por eso no ha firmado la resolución. Lo están permitiendo (ampliación del aforo), pero no ha firmado la resolución, seguro para evadir las responsabilidades porque lo que se está haciendo es grave”, agregó.

Acta de sesión.

Conclusiones

Responsables

El exministro culpó a la Unidad de Gestión de Machupicchu (UGM) por la forzada ampliación. Según el acta de la última sesión a la que tuvo acceso La República, la viceministra de Patrimonio Cultural, Janie Marile sostiene que no es posible el incremento, menos en fechas próximas por falta de sustento técnico y que aún estaba pendiente rendir cuentas a Unesco por el aforo anterior. Sin embargo, el gobernador regional de Cusco, Jean Paul Benavente y el alcalde de Machupicchu, Darwin Baca, insistieron en atender el conflicto social desencadenado en Machupicchu por más entradas. Su posición fue apoyada por los representantes del Mincetur y Minam y decidieron el aforo de 5.044 hasta el 10 de septiembre.

En el acta figura la aclaración de la viceministra. “Las instituciones que votaron a favor del incremento asumen la responsabilidad en caso se produzca un daño al patrimonio a consecuencia del incremento acordado”.

Matan a las gallinas de los huevos de oro

Acoger a una maravilla mundial representa una gran responsabilidad, enfatizó el exministro de Cultura y hace mención a que el manejo de residuos sólidos y el tratamiento de aguas servidas que se vierten actualmente al Vilcanota deben ser prioridades en el distrito de Machupicchu y no las presiones por el aforo.

Están tratando de exprimir a la gallina para recuperar todo lo que no han ganado en la pandemia, pero lo que van hacer es matar a la gallina de los huevos de oro, van a degradar el sitio, la imagen, la percepción y satisfacción de los visitantes”, invocó.

Según señala, el riesgo de la destrucción de Machupicchu es latente, así como su imagen y la percepción de satisfacción de los visitantes.