Debido al constante colapso del desagüe producto de la ejecución de una obra de pavimentación de pistas y veredas en la urbanización Santa Victoria, el Centro de Desarrollo Infantil Crecer determinó vacaciones forzadas para sus estudiantes a fin de no exponerlos a posibles enfermedades. De acuerdo con el director, Igor Facundo, ocho niños manifestaron infecciones diarreicas agudas.
“El proceso de construcción ya tiene más de un mes y en las calles se presenta un afloramiento de aguas servidas de los buzones que la misma empresa ha destapado y ha dejado abiertos, proliferando por las noches estas aguas de olores nauseabundos. Si bien la empresa bombea estos residuos, a los pocos días sucede lo mismo”, señaló Facundo en diálogo con La República.
Igor Facundo, director del Centro de Desarrollo Infantil Crecer. Crédito: Rosa Quincho/URPI-LR
En un inicio, el centro educativo ubicado en la calle Pacasmayo implementó medidas de salubridad, brindó zapatos quirúrgicos a sus estudiantes y redobló sus esfuerzos en la desinfección de manos. Sin embargo, cuando ocho de sus estudiantes presentaron malestares decidieron cesar sus labores.
El aniego no solo perjudica económicamente a este centro educativo, sino que pone en riesgo la salud de los demás vecinos de la localidad.