En “La entrevista”, Paola Ugaz conversó con Rosmery Roca, representante del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, quien explicó por qué la Ley 904 del Congreso, que pone en peligro la educación sexual integral (ESI), valida la violencia contra los niños, niñas y adolescentes.
Dentro de una cultura en la cual el machismo es lo común, ¿qué tan difícil es explicar a las personas que esta ley del Congreso valida la ignorancia en el tema sexual y valida la violencia que viven los niños, niñas y adolescentes?
Esta ley se aprovecha de los miedos que generan ciertas asociaciones conservadoras en nuestro país, que les dicen a los padres y madres que ellos tienen el derecho de velar por la educación de sus hijos. Si lo dicen de forma general, entonces sí, yo tengo el derecho de velar por la educación de mis hijos.
Les dicen que en el Perú no existe un mecanismo que les ayude a dar opinión sobre lo que se les dicta a sus hijos en los colegios, cosa que es falsa. En nuestro país, existe una ley que aprueba la participación, en cierto grado, de los padres y las madres. Pero la Ley 904 del Congreso, planteada por el congresista Esdras Medina, lo que le da al padre es la capacidad de veto; es decir, esto sí y esto no. Le quita la función al Ministerio de Educación, ente rector constitucionalmente.
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Curiosamente, (la medida se aplica) en seis materias que se caracterizan por la formación integral de derechos sexuales como Educación cívica, Historia. Lo que esta ley está haciendo es mermar la educación pública de nuestro país. Todo mundo se llena la boca en que hay que prevenir (la violencia), bueno, la educación es un mecanismo.
Cusco destaca como uno de los tres departamentos donde hay mayor número de abuso sexual. ¿Cómo prevenir esa cultura?
Cusco se caracteriza por ser una zona conservadora, que alimenta el machismo, que produce este tipo de violencia sexual, física y psicológica. Como mencionas, somos la tercera región con más altos índices de violencia. El embarazo adolescente es una data que ha incrementado del 2020 al 2021. Tenemos casos de feminicidios, denuncias. Todo esto demuestra cómo se encuentra nuestra región frente al tema de prevención de la violencia de género.
Tenemos muy pocas políticas públicas regionales, locales. Se intenta avanzar; sin embargo, este pensamiento conservador, incluso en las autoridades, hace que sea muy difícil poder plantear una educación con enfoque de género o sexual integral.
Muchos dicen que hablar de estos temas “homosexualiza” a los niños. Para que la gente sepa, ¿cómo ustedes le hacen entender a un niño que debe cuidar su cuerpo? ¿Qué les dicen?
Lo primero es hablar sobre la violencia cotidiana que ellos sufren. Hay familias que no solo ejercen violencia contra el niño, la niña o el adolescente en sus casas, sino que mamá y papá (ejercen violencia entre ellos), eso les hace entender que es una forma normal de vivir o construir una familia.
Empezamos a reconstruir esa violencia, (les decimos) de que no es normal y, además, de que tienen derecho a denunciar. Luego hablamos, les damos a conocer los derechos que tienen. Muchos no conocen la existencia de la Línea 100 para denunciar o recibir asesoría. No saben de la existencia de Centro de Emergencia Mujer, donde pueden ayudarlos.
Otro tema fundamental es la autoestima. Reconocer su cuerpo y que sobre este solo tienen derecho ellos o ellas mismas. Un adolescente empoderado, que conoce sus derechos, puede alzar la voz y denunciar.
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Si usted ha sido o conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).