El Ministerio de Salud (Minsa) ha sido acusado por presuntamente haber aplicado el doble de la dosis recomendada para la cuarta vacuna de refuerzo contra la COVID-19. Varios médicos y enfermeras que formaban parte de la población aprobada para inocularse, junto con las personas mayores de 70 años, denunciaron haber tenido efectos secundarios más fuertes de lo normal tras su inmunización.
En respuesta, el Minsa emitió un comunicado en el que indicaba que la vacuna del laboratorio Moderna era segura y eficaz, y que no se había aplicado más de 0,5 ml (100 microgramos). “Dentro de los esquemas de inoculación con vacuna Moderna se tienen dosis que van entre 50 a 100 microgramos para los adultos, siendo seguras y eficaces”, se puede leer en la misiva.
No obstante, según lo declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el protocolo del Minsa, lo recomendado en una dosis de refuerzo, como la que se inoculó al personal de salud, es de 0,25 ml (100 microgramos).
“El error ha sido no discutir claramente la dosis de 100 y 50 microgramos, lo han tomado como tácito”, indicó Gabriela Jiménez, extitular de la Dirección de Inmunizaciones del Minsa en diálogo con la República. “En el protocolo internacional de uso de la vacuna Moderna y, de acuerdo a lo que hemos revisado también en el INS y la Digemid, se hablaba de las características y las condiciones de dosis de refuerzo. El Minsa responde que se ciñe al protocolo, y en el protocolo que ellos han expuesto hablaba de la dosis de refuerzo de 0,25 ml. Hubo un error de comunicación”, indica.
En esa línea, ¿cuál es el proceso y quiénes son los encargados de la administración de las vacunas contra la COVID-19 en el Perú? Te lo contamos en la siguiente nota.
El Ministerio de Salud elaboró un protocolo de vacunación específico para la COVID-19. “Cada vez que se va ejercer una acción de vacunación —sea en un grupo nuevo o una dosis diferente— se establece la elaboración y aprobación de un protocolo de vacunas”, señala la exdirectora de Inmunizaciones del Minsa, Jiménez. Para la elaboración de este documento, que será aprobado por el titular del viceministerio de Salud, antes se necesita de la participación de más instituciones.
En primer lugar, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) es el encargado de la adquisición y revisión de las pautas de las vacunas. Además, este ente también revisa las investigaciones internacionales, como las recomendaciones de la FDA y la opinión técnica de la OMS, indica Jiménez.
Asimismo, el Instituto Nacional de Salud también forma parte del proceso de investigación: “El INS también está a cargo de hacer el recuento sistemático de investigación de orden de los ensayos clínicos y lo que se requiera ver en ese momento”.
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Luego se encuentra el comité de expertos, que es un ente externo. “Es un área de asesoría técnica consultiva, no es decisora, es de recomendación”, recalca Jiménez. De igual forma, el viceministerio de salud es el encargado de la elección. “Este comité ha sido conformado y aprobado a través de una resolución y convocado a través del despacho del viceministro de salud pública”.
La revisión documentaria que se realiza está a cargo de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública. Posteriormente, la Dirección de Inmunizaciones del Minsa es la encargada de elaborar un propuesta de protocolo para la vacunación, tomando en cuenta la información recibida de la Digemid, INS y la opinión y recomendación técnica que se emite en la reunión del comité de expertos.
“Con la opinión del comité de expertos; la revisión de documentos recibidos de parte de la INS, en la que se da su recuento de revisión sistemática de investigación; la recomendación e indicación de uso de la vacuna que da la Digemid, que es enviada al Cenares (Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud); se procede a la elaboración del protocolo”, indica la especialista.
En el protocolo se indican las características de la vacuna, su eficacia, su seguridad y un resumen de resultados de las principales investigaciones que avalan la utilización. Además, también se detalla la dosificación y el grupo de personas que será inoculado.
“Una vez aprobado el protocolo pasa al área de asesoría legal para su revisión final. Cuando el viceministro lo aprueba —lo consolida con el ministro de Salud—, pasa a la oficina de comunicación para su socialización al exterior y regresa a la Dirección de Inmunizaciones para que nosotros —a través de nuestra dirección— elaboremos el documento que se dirigirá a todas las regiones del país para su utilización”, indica la exdirectora de Inmunizaciones del Minsa.
De esta forma, según el reglamento de organización y funciones, la responsabilidad final es asumida por el despacho del viceministro de Salud.