La Ciudad Imperial no tiene un relleno sanitario, mucho menos, donde dejar las cuatro toneladas de residuos que produce al día. Por segundo día, las comunidades de Jaquira mantuvieron bloqueado el acceso al botadero. No dejaron pasar los carros compactadores de basura.
Los parques, las calles céntricas y periféricas de Cusco presentaron cúmulos de basura en todos sus distritos. Las zonas más críticas fueron los mercados como Monjaspata y San Pedro, donde se apreció cerros de desechos. El panorama es preocupante ante la amenaza una emergencia sanitaria en medio de la pandemia. Las conversaciones entre la municipalidad provincial del Cusco y los comuneros, aún no dan resultados.
El gerente municipal de Medio Ambiente, Roberto Rojas, minimizó los reclamos de los pobladores. Dijo que solo el 40% del botadero se utiliza actualmente y que el porcentaje mayor de la extensión de Jaquira ya se cerró con geomallas y se soterró.
Por su parte, los manifestantes, que viven por las zonas circundantes al botadero, se quejan de la contaminación que causa Jaquira. Exigen su cierre definitivo. “No vamos a permitir que ingresen los camiones. Ya no soportamos el mal olor. Hasta nuestros manantes están contaminados”, dijo el presidente de la Asociación de Pequeños Agricultores de Jaquira, William Cusi.