Los pobladores peruanos que viven en la frontera con Bolivia se abastecen de manera informal (vía contrabando) del gas boliviano por su bajo precio. Anhelan que este ingrese de manera legal.
La diferencia está en el precio. El balón de GLP peruano de 10 kilos cuesta entre 58 y 60 soles, el boliviano 38 soles. Un ahorro significativo de más de veinte soles.
Con el cierre de la frontera con Bolivia por la pandemia de la COVID-19, los traficantes de gas se las ingenian para contrabandearlo. Cruzan la frontera en bote por el río Desaguadero y descargan los balones en puertos informales.
En Bolivia, lo compran a 32 soles y en Perú lo venden a 38 soles. “Aquí en Desaguadero preferimos comprar el gas boliviano, pues es más barato”, manifestó la señora Eulalia Mendoza.
Las amas de casa, tanto de Desaguadero y Yunguyo, anhelan que las autoridades puneñas concreten las gestiones de importar el gas boliviano a la región de Puno, dice Eulalia.
El 04 de enero de 2022, el gobierno de Bolivia, a través de su empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), envió un documento al Gobierno Regional de Puno. En este plantea tres posibles alternativas para la importación, así lo informó el gobernador German Alejo Apaza.
La primera está referida a la venta de GLP a granel desde la planta de Senkata. Para ello Petroperú debe evaluar la posibilidad de construir una planta de almacenamiento en Perú.
La segunda alternativa está referida a traer el GLP en garrafas bolivianas. Para ello se requeriría una normatividad legal y aduanera que permita la operación.
Y la tercera posibilidad está relacionada a la venta de GLP en garrafas peruanas, para que el engarrafado se realice en la planta Senkata en lotes de garrafas proporcionadas por Petroperú.
“Va a depender de la voluntad política de los presidentes del Perú y Bolivia para que el gas boliviano pueda llegar en forma inmediata a las poblaciones de la zona sur del Perú”, puntualizó Alejo Apaza.
En el VI Gabinete Binacional Perú-Bolivia, realizado el 30 de octubre del 2021, el entonces ministro de Energía y Minas de Perú, Eduardo González Toro, y el ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Franklin Molina, firmaron un convenio de integración energética entre ambos países.
Con este acuerdo, se abre la posibilidad que el vecino país pueda desarrollar una planta de licuefacción de gas natural en el puerto de Ilo para exportar y abastecer al mercado peruano.
De igual forma, los ministros en ese entonces firmaron el convenio sobre la construcción y operación de redes de distribución de gas natural en Desaguadero y en otras poblaciones del sur peruano.
En virtud al acuerdo, se desarrollará un proyecto de diseño, construcción y operación de redes de distribución de gas natural en las franjas fronterizas y otras zonas del Perú, lo que agilizará la masificación de ese combustible en esa parte del país.
También se suscribió el Convenio para la comercialización de GLP en poblaciones del Perú, por el cual se implementará un proyecto de comercialización de ese combustible que contribuirá al abastecimiento del sur y beneficiará a la población con precios más accesibles y competitivos. El gobernador regional de Puno, German Alejo, pidió a Energía y Minas informar sobre la factibilidad de estas medidas.