Perú ya superó su máximo pico de contagios durante toda la pandemia del coronavirus con un promedio que supera los 10.000 casos diarios, siendo el 25 de diciembre la fecha clave para el rápido aumento de casos.
El viceministro en Prestaciones y Aseguramiento en Salud, Augusto Tarazona, estima que, a nivel nacional, al menos la mitad de contagiados con la COVID-19 están relacionados a la variante ómicron y el resto a la variante delta. Solo en Lima, el nuevo linaje estaría presente en ocho de cada diez casos confirmados de la enfermedad.
Pese a la rápida transmisibilidad de la ómicron, el promedio de muertes no tuvo un punto de quiebre en alza y esto se debe a la protección que brindan las vacunas aplicadas a más del 80% de la población nacional.
La variante ómicron es menos agresiva porque se aloja en las vías respiratorias altas. Es decir, en la zona de la nariz y garganta, por ello sus síntomas podrían confundirse con los de una gripe o faringitis aguda, explicó el epidemiólogo César Cárcamo a La República.
“Esta nueva variante se centra en las vías respiratorias altas, nariz y garganta. Puede producir fiebre, dolor de garganta, tos y congestión nasal, pero es menos grave”, precisó el especialista.
Por su parte, el Ministerio de Salud registra los siguientes síntomas:
Investigaciones preliminares sugieren que todas las vacunas siguen proporcionando un grado de protección importante contra los síntomas graves que podría causar ómicron en las personas contagiadas y ese es el objetivo más importante para las autoridades de la salud.
Martín Yagui, médico patólogo del Instituto Nacional de Salud, asegura que ninguna vacuna por sí sola es suficiente para contener la pandemia del coronavirus. Por ello, el experto resalta la importancia de la aplicación de todas las medidas sanitarias, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social, la ventilación en espacios cerrados, el lavado de manos y la asistencia a los vacunatorios para la inmunización.