La lucha contra la violencia de género es un tema constante en la agenda peruana. Este año, la Defensoría del Pueblo, informó que de enero a noviembre se cometieron 132 feminicidios en el país, cifra que podría aumentar y superar la del 2020 (132 en todo el año), lo que demuestra que aún debe trabajarse en el fortalecimiento de políticas públicas de prevención y atención de esta problemática social.
Ante este escenario, Liz Melendez, socióloga y directora ejecutiva de la organización Flora Tristán, elabora para La República un balance sobre el avance y los retrocesos de este 2021, y sobre los retos y desafíos que debe enfrentar la lucha de las mujeres en el 2022.
La socióloga señala que los mayores avances se dieron en el primer semestre del año con la gestión del Congreso (2020-2021). En ese sentido, las importantes normas y avances que se pueden resaltar de este año son:
Por otro lado, la especialista resalta la inclusión de una primera ministra como Mirtha Vásquez, que es sensible con estos temas y ha demostrado que se pueden dar estos pasos para reconocer los derechos de las mujeres y diversidades. Asimismo, señaló que hay un constante diálogo y disposición por parte del Ministerio de la Mujer para escuchar las demandas de las organizaciones feministas y a los familiares de las víctimas de feminicidio y desaparición.
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Melendez resaltó que este año ha sido contradictorio en términos de derechos para las mujeres, ya que la crisis política ha afectado los avances que se había tenido en años pasados, y además se ha instrumentalizado la lucha de las mujeres.
“Desde las elecciones hacia adelante, se pudo ver que había un rechazo a la violencia contra la mujer, pero no con un convencimiento de repudio, sino con ganas de señalar a candidatos (…). El suscribir la lucha por los derechos de las mujeres es rechazar la violencia venga de donde venga. Si es que en su mismo partido se da, se debe de rechazar también”, señala la representante de Flora Tristán.
Por otro lado, la especialista indica que un tema en que se ha retrocedido es la educación de las niñas. ”Si antes las mujeres accedían menos a la educación, ahora con la pandemia este acceso se ha visto mucho más limitado. Hay una brecha en la educación que hay que investigar”, explica.
En el caso del Congreso, espacio que debe aprobar el avance de leyes y políticas, Liz Melendez menciona que hay mucho por ver en el escenario político. “Hay mucha hostilidad de parte de las bancadas, en donde partidos como el de Rafael Lopez Aliaga (Renovación Popular) o el fujimorismo (Fuerza Popular) poseen congresistas con un discurso muy antiderechos de las mujeres y limitante en las libertades de ellas”, sostiene.
Según la directora de Flora Tristán, en este 2022 la contienda feminista tiene una nueva ocasión para el cambio. “El movimiento feminista peruano es un movimiento vivo y diverso, lo que a la vez trae desafíos y oportunidades, el cual vincula su discurso y su lucha por diferentes tipos de opresión (de género, económico, social y político)”, detalla.
Es por ello que, para la antropóloga, el horizonte de las mujeres debe apuntar a la prevención: que se cuestionen los roles de género y que se exija enfoque de género en todos los espacios del país (públicos y privados). Asimismo, es necesario exigir leyes que acepten la autonomía de las mujeres (derecho al aborto) y que garanticen el acceso a la justicia en caso de violencia de género.