Especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja han advertido que, en una eventual tercera ola, los menores de edad con obesidad serían muy afectados debido a que son más propensos a requerir de intubación mecánica.
La experiencia del mencionado nosocomio así lo confirmó: en la segunda ola, el 100% de los pacientes de 12 a 17 años con esta enfermedad y que enfermaron de COVID-19 requirieron ventilación mecánica invasiva y terapia intensiva de alto nivel.
Franklin Mendoza Torres, médico intensivista y coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica, señaló que el 80% de dichos pacientes pesaba entre 100 y 130 kilos por malos hábitos alimenticios. Incluso, algunos de ellos tenían diabetes.
“Se trata de adolescentes que están ingiriendo desesperadamente golosinas, alimentos altos en azúcar, grasas y sal. Son sedentarios y no hacen actividad física. Ha habido un avance agresivo de la enfermedad en ellos”, comentó.
La mayoría de los menores quedaron afectados por daños pulmonares de 50, 70 y 90%,. Además, estuvieron cerca de tres semanas en UCI y necesitaron de un proceso de rehabilitación, el cual puede durar meses con secuelas respiratorias
“En la población adolescente, la obesidad debe ser considerada como el factor de riesgo más importante”, precisó Mendoza Torres.
Ante este panorama, el especialista recomendó a los padres de familia inculcar en sus hijos una buena alimentación, actividad física y, sobre todo, mantener las principales medidas de bioseguridad, como el uso de doble mascarilla, el distanciamiento físico y el constante lavado de manos.
Los síntomas de la COVID-19 en menores de edad pueden ser confundidos por los de las infecciones respiratorias comunes, por lo que el INSN San Borja pidió a los padres estar atentos a los malestares respiratorios y gastrointestinales, tales como diarrea, náuseas y vómito, que han sido predominantes en los pacientes pediátricos.
“Si el niño empieza a tener una forma de respiración agitada o dificultad respiratoria por más de dos o tres días, inmediatamente tenemos que llevarlo al centro de salud o al hospital más cercano”, mencionó el doctor Mendoza Torres.
El médico intensivista señaló que, a la fecha, el INSN San Borja ha atendido 320 casos de pacientes pediátricos con diagnóstico positivo por COVID-19 y que 140 de ellos se han registrado en lo que va del 2021.
Asimismo, precisó que, ante la eventual tercera ola, el nosocomio pediátrico viene implementando 12 nuevas camas en la unidad de cuidados intensivos.