Para extraer un gramo de oro es necesario la participación mínima de cuatro a seis personas y maquinarias, quienes remueven hasta cinco toneladas de suelo y bosque. Luego, construyen una laguna artificial, donde vierten unos 1.000 litros de agua por segundo y cinco gramos de mercurio, una de las diez sustancias químicas que más afectan la salud y que envenena los ríos y el suelo, según estiman expertos de la Policía.
En efecto, la explotación ilegal de oro no requiere de consultas previas ni de licencias. En Madre de Dios esta práctica no fue la excepción.
De acuerdo a una investigación del 2018, en esa región se registró un promedio de 100.000 hectáreas de bosques deforestados debido a la actividad minera en un periodo de 34 años.
Solo en la Reserva Nacional de Tambopata, hasta febrero del 2019, se deforestaba hasta 6.5 hectáreas de bosques por mes.
Con el fin de darle un vuelco a la actividad que está acabando con los bosques, uno de los mayores hervideros de biodiversidad a nivel mundial, el Gobierno inició una batalla frontal contra la minería ilegal, un negocio que alimenta las finanzas de los grupos al margen de la ley que hacen presencia en la región.
Así se impulso la Operación Mercurio 2019-2020 que ha logrado reducir significativamente el desbosque.
Desde febrero del 2019 a la fecha se ha realizado 684 operativos que han permitido no solo recuperar gran parte de La Pampa y otras zonas invadidas, sino que salgan más de 10.000 mineros ilegales. Además, tuvieron que abandonar otras redes que fomentaban delitos conexos como el sicariato, la trata de personas y la esclavitud sexual.
La doctora Karina Garay, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, en su ponencia en el evento internacional Amazon TEC 2020, inaugurado hoy por la ministra del Ambiente, Kirla Echegaray Alfaro, confirmó que la Operación Mercurio ha permitido mantener el control de La Pampa.
Los fiscales de la FEMA de Madre de Dios, así como los miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, que vienen operando en esa región Amazónica, han recibido 150 informes de la Unidad de Monitoreo Satelital.
Esta herramienta no solo ha servido para ingresar a La Pampa, sino también a la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, así como en Amarakaire, en San José de Karene, Bahuaja Sonene, en el Parque Nacional Purus y otros sectores donde, antes, poco o nada podía hacer el Estado.
“La tecnología no solo es un gran aliado para la conservación de la Amazonía, sino para la conservación, prevención, persecución e investigación de los delitos ambientales. Antes estaban limitados a una eficiente labor por falta de herramientas tecnológicas”, dijo la fiscal Garay en Amazon TEC 2020.
Asimismo explicó que es propio el rol de los fiscales ambientales llegar a lugares recónditos donde se realizan los ilícitos penales que afectan los recursos naturales.
Además, desde hace tres años esta tragedia ambiental se reduce con la ayuda del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia) que promueve la restauración de suelos degradados por la minería ilegal.