¿Conoce usted las funciones del Instituto Nacional de Salud (INS) o del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), adscritas al Ministerio de Salud (Minsa), aunque una más autónoma que otra? ¿Sabe que son dos de las principales entidades más importantes en la lucha contra la pandemia en Perú?
Previo al estado de emergencia, si alguien hubiese preguntado por las responsabilidades del INS, sin duda, habría obtenido una respuesta no muy lejana a la rectoría de “investigación” en el país. En cambio, si la consulta hubiese sido por el CDC, lo más seguro es que lo habrían vinculado con la vigilancia epidemiológica y el control de epidemias y pandemias.
Debido a que, en la práctica, ambas entidades trabajan juntas y también porque el CDC se sostiene frágilmente a nivel administrativo y de gestión, el exministro de Salud, Víctor Zamora, decidió (en mayo pasado) traspasarlo al INS, con el fin de fortalecer a este último y convertirlo en el comandante de la vigilancia epidemiológica en el país. Pero esta medida no fue bien recibida por las autoridades del CDC ni por los actuales líderes del Viceministerio de Salud Pública del Minsa, motivo por el cual continúa en stand by. Aquí te contamos la historia detrás de este impase.
La vigilancia epidemiológica o, en otras palabras, el reporte continuo sobre la aparición de (nuevas) enfermedades en el país, así como la interpretación y análisis para una pronta respuesta de contención, es una tarea fundamental y obligatoria de todos los gobiernos.
En el Perú, esta recae sobre el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), un ente dentro del Viceministerio de Salud Pública del Minsa. Sin embargo, como lo reconoció tanto Víctor Zamora, exministro de Salud, como Manuel Loayza, exdirector del CDC, debido a sus deficiencias y fragilidad, el trabajo al final lo comparte con el INS.
CDC
¿Cómo se visualiza esta coordinación? Loayza explica que existen dos procesos en la vigilancia epidemiológica. “La investigación del epidemiólogo, que lo ve el CDC y la evidencia que se consigue en los laboratorios; esa segunda parte lo maneja el INS”, precisa. Es decir, mientras el CDC trabaja en la interpretación y análisis de datos, el INS aporta con la evidencia que se necesita para determinar nuevos brotes de enfermedades a partir de la investigación en sus laboratorios. Esto se da porque el CDC no cuenta con laboratorios que le permitan cumplir de forma autónoma esta responsabilidad.
“El CDC hace la vigilancia epidemiológica, es decir, hace el reporte semanal de eventos en salud pública; por ejemplo, informa los datos de malaria, diarrea, dengue, etc. Pero el CDC no tiene laboratorios, por eso depende de los del INS o de las regiones. El INS, en cambio, que es el que tiene los laboratorios más desarrollados, hace investigación, desarrolla nuevas tecnologías, pero no tiene epidemiólogos en todo el país”, detalla Víctor Zamora.
Actualmente, como ocurría antes de la pandemia, la situación de ambas entidades demuestra diferencias muy marcadas: el INS es una institución adscrita al Minsa, pero con autonomía administrativa y de gestión; en cambio, el CDC depende del Viceministerio de Salud Pública. Esta diferencia es crucial para entender la mayor fragilidad que tiene este último en relación al primero.
A nivel de infraestructura, el INS cuenta con instalaciones propias y también puede realizar compras de forma autónoma. Asimismo, puede generar recursos propios. En cambio, el CDC depende administrativa y económicamente del Minsa, incluso, el trabajo lo realizan en oficinas alquiladas. “Es una institución sumamente frágil”, advierte Zamora.
INS
Sin embargo, pese al reconocimiento de ciertas deficiencias que tiene el CDC, ambas autoridades tienen opiniones contrarias con respecto a su reestructuración.
Por un lado, Manuel Loayza, exdirector del ente y responsable del mismo cuando Zamora era ministro, indica que el camino no es pasar el CDC al INS, sino potenciarlo con miras a que se convierta en una entidad con características más autónomas (mayor presupuesto), similares al INS, pero sin perder el vínculo directo con la cartera de Salud.
“¿Qué va a pasar si el CDC pasa al INS? El Minsa se va a quedar sin epidemiología, porque el CDC ya no va a depender del viceministro, sino del jefe del INS. Entonces ese proceso medular [vigilancia epidemiológica] que debe estar en un ministerio, está pasando a un centro desconcentrado. Ahí está el problema”, argumenta Loayza.
Frente a esa posición, Zamora, ministro de Salud durante los primeros meses de la pandemia en Perú, decidió que el traspaso era necesario porque ambas instituciones tienen un trabajo en conjunto y el CDC tiene múltiples debilidades.
“Durante los primeros meses de la pandemia, los datos que entregaba el CDC no tenían evidencia de pruebas en laboratorios, y los que te daba el INS, desde los laboratorios, no te daba la interpretación epidemiológica, tendencias, grupos de edad más afectados, etc., que sí ofrece el CDC”, explica.
INS. Créditos: Minsa.
El 11 de mayo, el Minsa, con Zamora a la cabeza, decidió, a través del Decreto Legislativo N° 1504, confiarle al INS la responsabilidad no solo de normar en materia de investigación, sino también de establecer las políticas de vigilancia epidemiológica e inteligencia sanitaria para la prevención y control de las enfermedades de importancia nacional e internacional. Es decir: el CDC iba a integrarse al INS. Para tal fin, le dieron 60 días.
Sin embargo, el traspaso no pudo cumplirse en el tiempo planteado. Así lo alertó la Contraloría de la República el 14 de setiembre. A través del informe N°026-2020-OCI/INS-0229-SOO, la entidad fiscalizadora reveló que la Oficina de Control Interno de la propia INS informó que el plazo de 60 días para concretar el traspaso del CDC al INS había concluido el 5 de agosto y que -incluso- ya se había pasado 28 días más de la fecha límite.
¿Qué implicancias tiene esa demora en medio de la pandemia? La Contraloría lo advirtió así: “La demora de 28 días hábiles en el proceso de implementación de la transferencia del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud al Instituto Nacional de Salud, genera el riesgo de que la situación existente se prolongue por tiempo indefinido, limitando su fortalecimiento que le permita concretar las acciones efectivas para asegurar la continuidad del proceso, el resultado o el logro de los objetivos conducentes a optimizar la vigilancia epidemiológica y laboratorial e inteligencia sanitaria, con el propósito de fortalecer la prevención y el control, ante la ocurrencia y propagación de las enfermedades, brotes, epidemias y pandemias como la COVID-19, que representan grave riesgo para la salud pública del país”.
Informe
¿Quiénes son los responsables del traspaso? El mismo documento detalla que, a través de la Resolución Ministerial N°296-2020-MINSA del 18 de mayo, los integrantes de la Comisión de traspaso del CDC al INS son: el viceministro de Salud Pública del Ministerio de Salud (preside la comisión), el director general de la CDC y el director general de la Oficina General de Asesoría Técnica del INS.
Ante esa demora, Víctor Zamora, promotor de la medida, recordó que la decisión no fue bien recibida por los epidemiólogos que se encontraban en ese momento en el CDC y por aquellos vinculados a la Red Nacional de Epidemiología, entre ellos el actual viceministro de Salud Pública, el epidemiólogo Luis Suárez.
La República consultó al viceministro Suárez sobre la situación del traspaso y nos mencionó que, actualmente, se encuentra en evaluación y que uno de los motivos del retraso es que se le ha dado prioridad a la lucha contra la pandemia.
“En estos momentos está en evaluación, pero como usted comprenderá, ahora lo prioritario es la respuesta ante la pandemia”, señaló.
No obstante, precisó que el INS ha pedido una prórroga para completar el proceso administrativo del traspaso. “El INS ha pedido más tiempo para completar toda la parte administrativa que se solicitaba, pero lo que yo le informo es que estamos evaluando, tanto eso como otras funciones del Minsa, ya que la pandemia ha evidenciado que se deben realizar mejoras sobre la vigilancia epidemiológica”, agregó.
informe
Pese a la posición que tiene Manuel Loayza y a su negativa al traspaso, reconoce que el proceso ya está avanzando y es probable que se culmine en los próximos meses.
“Hasta ahora, los documentos señalan que están siguiendo los trámites. Yo no veo acciones desde el viceministerio que puedan cambiar esa medida, y los documentos están avanzados. Además, ya hubo reuniones sobre la transferencia”, precisó el exdirector del CDC, quien justamente renunció debido a la decisión de Zamora, en mayo pasado.
Pero las funciones del CDC no son lo único nuevo que tendrá que dirigir el INS, el Decreto Legislativo N° 1504 también propone la creación del Centro de Evaluación de Tecnologías en Salud (CETS) como parte del fortalecimiento de la entidad. Mediante este nuevo espacio, el INS deberá asegurar una adecuada prestación de los servicios de salud, a través del uso racional de las tecnologías basadas en evidencias de eficacia y seguridad en los establecimientos de salud.
Asimismo, la normativa faculta al INS para que pueda construir un complejo de laboratorios en su sede de Chorrillos con el fin de mejorar la respuesta ante la COVID-19 y también con miras a posibles futuras epidemias.