A inicios de año, antes de que la atención de los epidemiólogos se centrara en la COVID-19, estos venían estudiando un extraño síndrome denominado como Guillain-Barré, el cual se convirtió en una emergencia sanitaria en el Perú.
Sin embargo, la rápida propagación del coronavirus en todos los países obligó a los especialistas epidemiológicos de nuestro país a centrar su atención en el virus originado en China.
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Manuel Loayza, epidemiólogo del Equipo de Alerta y Respuesta a Brotes Epidémicos del CDC del MINSA, cuenta que el 7 de enero de 2020 obtuvieron información del coronavirus, días después, el 31 de enero sacaron un plan de contingencia que realizaron con el Centro de Epidemiología del Ministerio para hacer la prevención y empezar con la vigilancia. "Desde ese día todo pasó a modo COVID”.
"Si decían que había llegado un enfermo de China, íbamos a los hospitales y clínicas. Pasamos de relativa tranquilidad a alerta completa por detectar los casos y mapearlos para evitar su propagación. Así pasó todo febrero. Tuvimos que hacer grupos de respuesta y amanecernos.”.
“Cuando hubo el primer brote, nosotros presentamos una propuesta desde la oficina que se basaba en el estudio de casos en otros países como Italia y España, ello se consideró y finalmente se tomó la decisión de la cuarentena inicial”, narra.
Una situación similar contó el director general del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del MINSA, Luis Rodríguez Benavides, quien explicó que el trabajo que realizan está “relacionado a una red de vigilancia que ve por la importancia de la salud pública”.
A diario mantienen un control constante sobre las tendencias en los brotes de enfermedades en la población, los factores de riesgo y los daños a la salud. Luego de ello, brindan el sustento técnico y las recomendaciones del caso.
“Somos los cazadores del virus, estamos siguiendo sus pasos para saber dónde está. Eso es lo que hemos hecho estos meses”, expresa Manuel Loayza.
Una de las carencias principales que se ha visto en medio de la pandemia de la COVID-19 en el Perú, es la falta de personal especializado en epidemiología. Existen solo dos rutas de formación para esta especialidad (llevar un curso del MINSA o realizar una maestría en alguna universidad), pero la demanda es baja.
Hasta la fecha se cuenta con menos de 200 epidemiólogos en el país, de los cuales 149 son graduados del Programa de Especialización en Epidemiología de Campo (PREC), el cual inició en 1989 por iniciativa del Ministerio de Salud.
Según el director general del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades, “estamos hablando de una gran brecha. Todavía faltan muchos epidemiólogos en el país, deberían ser 1 por cada 200.000 personas”.
Es importante que el Perú tenga estrategias y un sistema sólido para las adversidades salubristas porque “permitirían tener una respuesta sólida ante la presencia de epidemias, pandemias o cualquier amenaza de enfermedad”.