Coronavirus en Perú. Antes de la pandemia por la COVID-19, la informalidad en el sector transporte ya era uno de los principales problemas de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh). Según los dirigentes de las empresas afectadas, en la actualidad existe un descontrol total.
Martín Vásquez Ramos, quien es presidente de la Asociación de Transportistas Unidos, denunció que la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh) no toma medidas para controlar el problema, específicamente en zonas críticas pese al incremento de unidades vehiculares sin documentos en regla.
Una de ellas, dijo, es el terminal terrestre Epsel donde operan más de diez empresas y brindan el servicio interurbano con camionetas rurales (combis) que realizan viajes a diferentes distritos. Entre ellos: Picsi, Chongoyape, Zaña y Oyotún.
En este contexto, Vásquez señaló que existe una afectación directa a los miembros de la Asociación Transportistas Unidos que cuenta con autorización para que sus vehículos (combis) cubran la ruta Chiclayo- Ferreñafe. “Urgen operativos e inspectores de tránsito”, expresó.
Precisó que transportistas informales, incluso extranjeros han instalado un paradero a tan solo metros de su local, ubicado junto al terminal Epsel, lo que –aseguró- genera una competencia desleal.
“Existe un descontrol total, no hay apoyo de las autoridades municipales pese que en reiteradas oportunidades se solicitó apoyo. Hay inacción”, enfatizó. Advirtió que podrían registrarse enfrentamientos.
Por su parte, el presidente de la Corporación Regional de Taxis, Segundo García, aseveró a La República que el ayuntamiento chiclayano no aplica medidas efectivas para solucionar el problema.