Por: Melina Ccoillo, Jésica León y Jéssica Merino
“He tenido pacientes que han estado en cuidados intensivos o 50 días hospitalizados y, cuando aún deberían estar en cuarentena, los he descubierto en la calle. Les digo: ‘¿qué haces aquí?’ y me dicen: ‘pero, doctora, me aburro en mi casa’”. Esta es la realidad con la que se ha encontrado la médica María Alexandra Nazario (28), quien a diario lucha para frenar el avance del Covid-19 en el Perú, donde los casos de infectados superan el medio millón y la tasa de mortalidad es la segunda más alta a nivel mundial.
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Si bien el aumento de casos del nuevo coronavirus, que se registra en el país desde hace unas semanas, responde a múltiples factores, el personal de salud viene alertando sobre un motivo en particular: la irresponsabilidad de algunos pacientes, y sus familiares, que no cumplen con el aislamiento domiciliario obligatorio, pese a que han sido diagnosticados con el virus o recientemente salieron de un hospital.
La doctora Nazario explica que un paciente que acaba de salir del hospital puede llevar rezagos del Covid-19 y bacterias del mismo nosocomio, entonces, no deben salir de su vivienda. “Hay quienes me llaman para preguntarme si ya pueden salir, cuando ni siquiera han cumplido la cuarentena. Todo paciente debe tener un control en las semanas”, explica.
En Lima norte, una de las zonas más golpeadas por el Covid-19, el personal de salud, que a diario visita a 30 pacientes, también se ha topado con personas que incumplen la restricción de salida. “En muchos de los casos hemos ido a la casa y el paciente no ha estado presente o ha salido, y nos han negado ponerlo al teléfono. Le hemos increpado por qué no ha estado y nos lo niega. Tenemos información de que este grado de incumplimiento ha sido fundamentalmente en los distritos de San Martín de Porres y Comas”, dice el médico Claudio Ramírez, jefe de la Diris Lima Norte.
Sin embargo, estas situaciones no solo ocurren en Lima. En el centro poblado Villa Progreso, Chanchamayo, Junín, la médica serumista Judith Ríos recuerda que decidió visitar de sorpresa a una de sus pacientes recientemente diagnosticada con Covid-19 y no la encontró en su vivienda. “Siempre aviso antes de ir, pero ya algunos vecinos me habían alertado de que ella estaba saliendo. La llamé cinco minutos antes y me dijo que estaba en su casa con su familia, pero luego le dije que estaba afuera para evaluarla y me confesó que estaba de compras”.
En este lugar, los problemas aumentan porque el único hospital de la zona, a 40 minutos del centro poblado, ya no tiene capacidad para atender a los pacientes, por lo que deben enviarlos nuevamente a casa para que allí cumplan su cuarentena, mientras son evaluados por el personal del centro de salud donde trabaja la doctora Ríos, pero al no cumplir con las medidas, ya están contagiando a sus familiares. “El hospital no se abastece y ellos tienen que volver a casa, aunque en unas semanas ya otro familiar está enfermo. Esto es un círculo vicioso”.
Según los médicos, la automedicación solo complica su labor y retrasa la atención de los pacientes, pues a diario llegan personas con cuadros de intoxicación o con resistencia a alguna medicina, y ya no es posible darles el tratamiento frecuente ante un caso de Covid-19.
“Aquí las farmacias no solicitan recetas y las personas toman lo que les hizo bien a alguno de sus conocidos o familiares, incluso han comprado productos veterinarios y llegan intoxicados al centro de salud”, resalta Judith Ríos.
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Para el infectólogo Juan Villena, el panorama del Perú es desalentador y, según dijo, “hagamos lo que hagamos, vamos a seguir infectando”, por lo que recomendó descargar los hospitales, es decir, “dar un tiempo para que los médicos y enfermeras que están infectados, y que no están trabajando, sanen y vuelvan a trabajar”.
Por su parte, el vicedecano del Colegio Médico del Perú, Ciro Maguiña, continuó proponiendo los cercos epidemiológicos y apostar por las pruebas moleculares, de lo contrario será una “derrota desastrosa”. “Tenemos que hacer un reajuste táctico como en un partido. Siendo realistas, hemos perdido el primer tiempo, pero el segundo tiempo tenemos que hacer que no sea una derrota tan desastrosa”.
Tras inscribirse hace unas semanas como voluntario para los estudios clínicos de la vacuna Moderna, el médico Elmer Huerta fue seleccionado y participará en el estudio de la fase 3.
Enfoque por José del Carmen Sara, exviceministro de Salud
Un elemento que ha influido en las altas cifras de Covid-19 es la no colaboración de algunas personas con el cumplimiento de las medidas de salud. Y esto tiene que ver con el poco conocimiento y poca formación de respeto a las normas.
Otro factor es la informalidad. Es muy difícil para un padre o madre de familia cuya alimentación de sus hijos dependen de una actividad informal, quedarse en casa. Para ellos el riesgo es mayor. Y un tercer factor es el grado de hacinamiento en las viviendas, hay familias con 8 o 10 miembros que viven en una sola casa. La tasa de contagio dentro del hogar es muy alta.
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No se ha invertido en salud, es verdad, pero tampoco se ha invertido en agua, en viviendas, ni transporte. Hasta que cambien estos sistemas, debemos tomar conciencia y protegernos a nosotros mismos y al hacerlo protegemos a la familia. El reto es grande.
reporte covid 18-8
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