Luis Álvarez
Cusco
Hacer frente a la COVID-19 genera una serie de trastornos en médicos, enfermeras y demás profesionales de la salud. Estos muestran signos de fuerte agotamiento físico y mental, llegando incluso a presentar cuadros de ansiedad, depresión y temor.
El psicólogo, Samuel Condori del Hospital Regional de Cusco refirió que el departamento de Salud Mental, realiza un abordaje a los profesionales que están en la primera línea de batalla. “La pandemia afectó emocionalmente a los trabajadores, tenemos personal que está recibiendo tratamiento y acompañamiento psicológico, al igual que sus familias”.
Se debe recordar que semanas atrás más de un centenar de servidores del Hospital Regional fueron infectados por la COVID-19, la mayoría tras superar la enfermedad retornaron a sus puestos de labores. “Además de hacer frente al coronavirus se tiene que batallar contra el estrés, ansiedad y depresión producto de extenuantes jornadas de trabajo, muchos retornan a sus hogares con la angustia de no saber si se contagiaron”.
En el caso del nosocomio de la avenida La Cultura laboran 1068 personas, el 20% recibe un acompañamiento psicológico. Se busca tamizar a todos los trabajadores del hospital mediante acciones de barrido que se llevan a cabo de manera urgente para que no influya en sus labores.
“Un comportamiento bajo los efectos del abatimiento y depresión puede inducir en mala praxis en el trabajo, además de resultar atentatorio tanto para los pacientes como para los especialistas", concluyó.