Tacna. La Aldea Infantil San Pedro alberga a 40 menores en estado de abandono o vulnerabilidad. Seis de ellos ingresaron después del 16 de marzo tras ser desamparados por sus padres. En esa fecha se inició el estado de emergencia por la pandemia del coronavirus COVID-19.
El director de la aldea, Arturo Salazar Morales, detalló que la bebé Mía Esperanza es el último caso recibido por su institución. Ella ingresó a la aldea el jueves pasado tras ser dada de alta del Hospital Regional Hipólito Unanue donde fue intervenida quirúrgicamente.
Mía tiene síndrome de Down y su sistema digestivo carece de la abertura anal. Los médicos le realizaron un orificio en su abdomen para que pueda defecar por esa vía. Salazar explicó que la bebé necesita ganar peso para ser sometida a una nueva intervención que la ayude a defecar con normalidad.
La meta es que la bebé llegue a los diez kilos de peso (nació con dos kilos 700 gramos). Por ahora se alimenta con leche de fórmula y requiere cada dos horas el cambio de las gasas que cubren su abdomen. Las madres cuidantes de la aldea asumieron la atención de la bebé.
La aldea San Pedro tiene a niños de hasta doce años de edad. Salazar relató que alrededor de doce menores están aptos para la adopción tras ser declarados en abandono moral y material por un juzgado. Es decir, no se encontró a familiares que pudieran cuidar de ellos.
“Lastimosamente las adopciones están detenidas por el estado de emergencia. Esperemos que termine y se reanuden los trámites porque los niños merecen un nuevo hogar”, declaró Salazar.
Una de las adopciones que estaba camino era el de una bebé abandonada en agosto del 2019. Ella fue dejada con pocos días de nacida a espaldas de un centro educativo inicial, en un descampado.