El Ministerio de Salud (Minsa) aprobó los lineamientos técnicos para la obtención de plasma de donantes convalecientes de la COVID-19, cuyo objetivo principal es garantizar la seguridad y la eficacia del tratamiento. Esta seguridad está dirigida al donante, al personal que lo realiza y al receptor.
Ello, a través de la Directiva Sanitaria N° 103 MINSA/2020/DIGDOT que empieza a regir desde este lunes 1 de junio. En esta se establece que los donantes deben ser preferentemente varones, o que, si es mujer, la donante no debe presentar antecedentes gestacionales (incluidos abortos previos).
Asimismo, señala que los donantes no deben contar con antecedentes de transfusión sanguínea, no deben tener antecedentes de inmunosupresión y presentar remisión completa de los síntomas de la infección causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en los últimos 28 días antes de la donación o de 14 días comprobados con prueba molecular.
Esta directiva también indica lineamientos para la selección, extracción, procesamiento, almacenamiento, distribución y transporte de plasma del donante.
Si bien queda establecido la obligación de mantener la trazabilidad entre donantes y receptores, también señala que la confidencialidad es obligatoria, reservada y solo de conocimiento de las autoridades del Ministerio de Salud.
Finalmente, se precisa que el uso de plasma del donante debe realizarse en el marco de un estudio de investigación como ensayo clínico autorizado o dentro de un programa de uso compasivo.
El plasma del convaleciente es un tratamiento de inmunización pasiva que ya fue usado durante la pandemia de la fiebre española, hace ya 100 años. Actualmente, es calificado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como una terapia prometedora en investigación que podría darle esperanza de vida a quienes son atacados más letalmente por el coronavirus.
Foto: El País
Primero, hay que comprender que el plasma es el suero o porción líquida que queda después de que se hayan removido los glóbulos rojos, plaquetas y otros componentes celulares de la sangre como los vitales anticuerpos para hacer frente a enfermedades.
“La sangre, grosso modo, tiene dos partes la parte globular glóbulos rojos, glóbulos blancos y la parte líquida que es el plasma y tiene nutrientes, factores de coagulación y hormonas. Para el caso que nos ocupa (la terapia para COVID-19) tiene defensas, tiene anticuerpos”, señaló a Cuarto Poder, Arturo Sagastegui, jefe del Banco de Sangre del Hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud.
Es decir, en el plasma se encuentran los anticuerpos que el organismo de una persona crea para defenderse de una infección. Y cuando un paciente se recupera, esas proteínas de defensa quedan almacenadas en el plasma semanas o incluso años.
El plasma del convaleciente es, en sí, un producto rico en anticuerpos que podría bloquear al coronavirus y evitar que estos ingresen a las células.
plasma
Aunque, es cierto que aún no se conoce si esta terapia de inmunización pasiva es efectiva para la COVID-19, pero se utilizó y funcionó contra el virus del Ébola, el SARS y la influenza H1N1. La Organización Mundial de la Salud señala que el plasma del convaleciente debe ser usado, pero con los fármacos establecidos.
“Tenemos reportes de que este plasma ha funcionado. Si bien no es un tratamiento estándar se ha usado en pacientes críticamente enfermos y en pacientes que estaban con la dificultad respiratoria. Mientras más precozmente se use es mejor. A nosotros nos gustaría usarlos cuando el paciente empieza con problemas respiratorios”, añadió Arturo Sagastegui.
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