La mayoría de profesionales de la salud, que se contagiaron con COVID-19 en el Hospital Regional del Cusco, han vencido al virus y están volviendo al campo de batalla. A inicios de mayo, cuando se aplicaron las pruebas rápidas al personal de este nosocomio, 118 trabajadores entre médicos, enfermeras, obstetras, técnicos, administrativos y otros, se habían infectado.
Una cadena de negligencia del director Félix Hidalgo había ocasionado el masivo contagio. Hidalgo, entre el 13 y 28 de abril, no atendió el pedido de los profesionales para que les entreguen Equipos de Protección Personal (EPP) y tamizaje a todo el personal.
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Desde el Hospital Regional informaron que la mayoría se ha recuperado sin complicaciones. “Hoy, después del tiempo de tratamiento, aislamiento y cuarentena, nos da mucha satisfacción saber que no hubo complicaciones en la salud de ninguno de ellos”, destacó Félix Hidalgo Ramírez, director del nosocomio.
Cada servidor contagiado cumplió el aislamiento domiciliario. La mayoría eran asintomáticos o con sintomatología leve. Solo cuatro estuvieron hospitalizados: una estaba en los últimos días de gestación y tres porque tenían comorbilidad. La trabajadora embarazada dio a luz a su bebé y recibió el alta. Ambos están sanos.
La reincorporación de los héroes con mandiles al campo de batalla contra el COVID-19 será progresiva. Previamente pasarán por una evaluación médica, prueba rápida de descarte del coronavirus, y otros procesos que exige el área de Salud Ocupacional.
Médicos y servidores asistenciales están sometidos a una alta carga viral y podrían contagiarse en cualquier momento. No obstante, fieles a su juramento de curar a los enfermos se mantienen en la primera línea de lucha contra el microscópico enemigo.
“Procuramos ser positivos y no reaccionar de manera negativa ante la pandemia. No es fácil, pero estamos en la lucha”, agregó Hidalgo.