Cargando...
Sociedad

Amazonas: cómo se organiza el pueblo Wampis para protegerse del coronavirus

La población indígena Wampis ha cerrado sus fronteras y está priorizando el abastecimiento de alimentación de sus hogares como ir a la chacra, pescar y cazar, sin salirse de los límites de su comunidad.

larepublica.pe
Comunidad Wampis

Por Edgar Flores Grandez

Cuando hablamos de la población indígena de la Amazonía peruana es importante tener en cuenta la particularidad cultural política y social que esta ha establecido y desarrollado a través de los años, en su amplio y valioso territorio milenario. Por ello, es inevitable relacionar a estos pueblos con el vínculo estrecho que mantienen con la naturaleza: los bosques, ríos, lagunas y todo lo que abunda a su alrededor. Estos pueblos, a través la agricultura, la pesca y la caza, siempre han sabido hacer uso de los recursos de la naturaleza de manera equilibrada para abastecer sus necesidades básicas.

Tomando en cuenta dicho contexto cultural, desde el 15 de marzo del 2020, fecha en que el Estado peruano declaró la emergencia nacional por el coronavirus, la población Wampis —ubicada en el distrito de Río Santiago, provincia de Condorcanqui, departamento de Amazonas— ha venido cumpliendo con los protocolos dados por el gobierno central.

Sin embargo, las medidas optadas por el pueblo Wampis para acatar la cuarentena han sido distintas a las empleadas en Lima u otra zona urbana del Perú. En este caso, es necesario comprender que, por ejemplo, la inmovilización social obligatoria —tal como se vive en una ciudad— no ha sido adaptable a la realidad de los pueblos indígenas, teniendo en cuenta que estos pueblos tienen sus propias costumbres y un modo de vida muy distinto.

Shapion Noningo Sesen, líder Wampis y secretario técnico del Gobierno Territorial Autónomo de Nación Wampis (GTANW), señala que la cuarentena se ha acatado teniendo en cuenta las condiciones políticas y sociales en las que viven. Es por ello que la población se ha visto obligada a crear un plan de contingencia que se adapte a la realidad. Es así que la emergencia que está experimentando el pueblo indígena es muy peculiar y diferente a la de la ciudad.

Entonces, ¿qué medidas han tomado ellos para que el coronavirus no llegue a sus territorios?

Wrays Pérez, presidente del GTANW y vicepresidente de Comité Multisectorial de Plan de Contingencia del distrito de Río Santiago, precisó que durante la cuarentena el pueblo Wampis ha elaborado un plan de contingencia que consiste en cerrar sus fronteras para evitar el ingreso de las personas foráneas y la salida de los comuneros. Esta medida se ha tomado en coordinación con las bases militares de la frontera.

“Ahora estas fronteras están siendo vigiladas por los soldados y por los comuneros de la zona, quienes también se han sumado para resguardar”, afirma Pérez.

De esta manera, todos los límites territoriales del pueblo Wampis han sido cerrados: por el norte limita con el Ecuador; por el sur y el oeste con el pueblo Awajún; y por el este, con el pueblo Achuar y Chapra. Dentro de este territorio, la mayoría de la población indígena Wampis vive agrupada en comunidades a lo largo de los ríos Santiago y Morona, y algunos pobladores viven alejados.

Wampis

En cuanto a los indígenas que viven en las ciudades, pero que por motivos de la pandemia desean retornar a sus comunidades, Pérez señala que están siendo ayudados con la entrega de canastas familiares, con el fin de que permanezcan donde se encuentren y así evitar la propagación del virus a sus pueblos.

Al respecto, Atilio Nuningo Noningo, coordinador operativo del GTANW, señala que hasta ahora se ha hecho entrega de canastas a los 177 jóvenes que viven en la ciudad de Lima, algunos de ellos pertenecientes al pueblo Awajún del río Santiago; además, todavía se sigue gestionando para llegar a más jóvenes que viven en la ciudad y que por diferentes motivos han salido de su zona.

“En este momento GTANW está muy comprometido en ayudar a todos los jóvenes Wampis que viven en ciudades como Trujillo, Pucallpa, Piura y Bagua", afirma.

No obstante, Nuningo comenta que, a pesar de este apoyo, de todas maneras existe gente que quiere regresar a sus comunidades porque, si bien las canastas recibidas son de gran ayuda en cuanto al tema de alimentación, también necesitan cubrir otras necesidades básicas.

En ese sentido, la medida adoptada con dichos pobladores, consiste en que no sean ingresados directamente a los pueblos donde pertenecen, sino que cada comunidad ha acordado llevarlos previamente a una isla o a una vivienda alejada del pueblo, para que cumplan con la cuarentena correspondiente.

A raíz de esta iniciativa, algunas comunidades han formado un comité de vigilancia y otras han llevado a cabo un acuerdo para restringir la salida de los lugareños y las visitas de personas que vienen de otros pueblos. Joel Tinin Naragkas, apu (jefe) de la comunidad de Candungos, ubicada en alto río Santiago, frontera con el Ecuador, comenta que desde que se declaró la emergencia nacional, fue el primer apu en crear un comité de vigilancia, en coordinación con los comuneros para el control de la salida e ingreso de las personas.

En ese sentido, el Lic. Grover Wisum Ahuanari, integrante del comité de vigilancia de la comunidad de Candungos, manifiesta que si un comunero quiere salir a otro lugar, se le otorga una constancia de permiso con la firma del apu, siempre y cuando haya un motivo de emergencia justificado.

Por su parte, el apu de la comunidad de Chapiza, ubicada en bajo río Santiago, Leonidad Tserem Kajets, comenta que todavía no ha formado un comité de vigilancia en dicho lugar. Sin embargo, los pobladores han acordado restringir el ingreso de las personas que vengan de otra zona. Con respecto a la salida de sus comuneros hacia otro pueblo, señala que se están entregando constancias solamente cuando existe alguna emergencia.

¿Cómo es la cuarentena en la población Wampis?

Debido a que las comunidades han decidido restringir tanto la salida como el ingreso de sus comuneros, podemos decir que la población Wampis sí está cumpliendo con la cuarentena al mantenerse dentro de sus comunidades y priorizando las actividades que conlleven el abastecimiento de alimentación a sus hogares como ir a la chacra, pescar y cazar, sin salirse de los límites de su comunidad. De ahí que la cuarentena para los pueblos indígenas no ha sido permanecer en las casas, sino, más bien, buscar las medidas de supervivencia respetando los protocolos tomados en la comunidad.

wampis

Analizando esta nueva realidad, Wilco Flores Dávila, encargado de la Dirección Intercultural y Responsabilidad Social de Universidad Intercultural Fabiola Salazar de Leguía, manifiesta que la población Wampis no es ajena al cambio de ciertos comportamientos sociales frente a la emergencia sanitaria. Por lo tanto, priorizar las actividades básicas para la subsistencia ha sido una decisión pertinente. “Quedarse en la casa no es una medida adecuada para la población teniendo en cuenta que la naturaleza es el principal proveedor que tienen ellos".

Sin embargo, aunque la población Wampis no se ha quedado estrictamente en sus casas, sino en sus comunidades; no ha tenido un horario de salida y de ingreso a sus hogares, como en la ciudad; ni han hecho cola para conseguir algún producto para su hogar porque, como se dijo anteriormente, se abastecen de lo que la naturaleza les da. La convivencia social ya no es la misma de antes.

Ahora, como en cualquier parte del mundo, hay un temor y preocupación en la población indígena al no existir un antídoto contra la COVID–19. Oscar Jimpikit Chuin, poblador de la comunidad de Candungos, cuenta que las labores cotidianas ya no son como antes por el temor a que la enfermedad pueda llegar en cualquier momento.

“Me preocupo mucho por mi familia y por lo que podría hacer si uno de mis hijos llegara a contagiarse de COVID–19. Vivimos en una zona bien alejada y queremos más presencia del Estado en estos momentos”, dijo.

Asimismo, durante la cuarentena, algunos comuneros han decidido construir pequeñas casas alejadas de la comunidad, ya sea en sus parcelas o en los bosques, con la finalidad de refugiarse en ellas cuando la COVID–19 llegue a sus pueblos. “En caso el coronavirus llegue a esta comunidad, voy a llevar a mi familia a mi nueva casita y quiero permanecer ahí hasta que pase la enfermedad”, comenta Jaime Rodrigo Manuel Jempe (25), comunero de Galilea, capital del distrito Río Santiago.

Finalmente, y pese a todas las medidas de prevención y control tomadas por el pueblo Wampis, la COVID–19 ha logrado ingresar a sus territorios pues, según un reporte del Ministerio de Salud (Minsa) del martes 19 de mayo, el primer caso registrado en territorio Wampis es el de una mujer de la comunidad de Dos de Mayo, ubicada en alto río Santiago, frontera con el Ecuador.

Ahora, lo más preocupante es que no se sabe cuál será el impacto que tendrá el coronavirus en las próximas semanas ya que, si en las ciudades es tan difícil tener acceso a las pruebas de descarte, a personal médico capacitado y a balones de oxígeno, por decir lo menos, imaginemos cuánto más difícil será hacer llegar todo lo mencionado a las zonas más alejadas de nuestra Amazonía.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.