Tacna. Caminar por la plataforma del Mercado Miguel Grau un sábado por la mañana, era casi imposible. Los compradores debían abrirse paso con sus bolsas, entre carreteros, ambulantes, vendedores, mercancías y camiones. Eso fue antes y después de la pandemia de la COVID-19.
Pero esa no es más la realidad del Grau. Una semana antes del sábado 16, la Dirección Regional de Salud anunció una intervención en sus instalaciones y se habló de la posibilidad de su cierre al igual que otros mercados en el país. Entonces el miedo se apoderó de los comerciantes.
El sábado las 175 pruebas rápidas para COVID-19 resultaron negativas. De ellas 162 se aplicaron a comerciantes, el resto a policías y personal de la Municipalidad Provincial de Tacna. Esta institución administra el Grau desde su creación en 1999, año en que contaba con áreas verdes. Esos espacios hoy son puestos.
Además de los negativos, se encontró un mercado Grau ordenado y sin aglomeraciones. La Municipalidad Provincial de Tacna, administradora del centro de abastos retiró la mercancía de los pasadizos y suspendió la venta en el suelo. Antes, estas medidas fueron adoptadas, pero duraban apenas unos días y luego todo volvía a la acostumbrada normalidad.
También se adecuaron los puestos con divisiones de plástico o vidrio que reducen el contacto entre clientes y vendedores. Además se hizo un baldeo y desinfección, esto último se realizaba todos los miércoles.
Alex Quinto, presidente de la Junta de Propietarios del mercado, reconoce que fue el temor al cierre lo que hizo tomar conciencia a sus compañeros y la municipalidad. Quienes como él pedían el ordenamiento desde hace años. Antes tales pedidos habían sido ignorados.
El Grau siempre fue una trampa mortal, antes del COVID-19. En un sismo o incendio, no habían áreas de evacuación libres o espacios para ponerse a buen recaudo. Son 1700 comerciantes, entre mayoristas y minoristas. Un sábado normal, podían congregarse más de 3 mil personas en el interior del centro de abastos.
El presidente de la República, Martín Vizcarra felicitó al Grau como mercado modelo, pero algo que no se mencionó es que hubo un 30% de ausentismo de vendedores el día de las pruebas. El alcalde Julio Medina tampoco lo mencionó en las entrevistas que dio a medios nacionales, sólo resaltó el trabajo de la municipalidad.
El director regional de Salud, Juan Cánepa fue más sincero. Detalló que desde marzo su sector recomendó cerrar temporalmente el mercado Grau por las serías observaciones. Uno de los motivos para cerrarlo quedó registrado en redes sociales. Las imágenes de “el trencito”, una fila de mujeres usando mascarillas, abrazadas empujándose para entrar al Grau.
“Fue un trabajo arduo, de idas y vueltas con el alcalde para que considere las recomendaciones, a través de Coraprec (comisión regional) y el Comando COVID. Esperamos que esto (cambio) sea permanente y no de solo un día. Seguiremos haciendo el monitoreo”, concluyó Cánepa.
Mercados críticos.
Mercados críticos.