El infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS) Manuel Espinoza indicó que las personas que presenten síntomas del nuevo coronavirus deben exigir ser tratados desde el principio. ‘‘La gente debe pedir tratamiento desde el primer día, incluso por telemedicina’’, expresó el experto.
Precisamente, en la conferencia de prensa de este viernes, el ministro de Salud, Víctor Zamora, aseveró que se debe ‘‘evitar que (los pacientes) lleguen a los hospitales’’. ‘‘Ya se han abierto absolutamente todos los establecimientos de primer nivel por dos razones, la primera por la estrategia de detectar temprano y tratar temprano en casa porque (…) la mayor parte de casos se pueden tratar en casa’’, agregó el titular del Ministerio de Salud.
Espinoza señaló en diálogo con La República que el país se encuentra en una fase de la pandemia en donde ya no interesa el resultado, sino ‘‘la parte clínica’’. El médico agregó que se debe priorizar la atención de los pacientes ‘‘porque los exámenes no van a salvarlo de nada’’.
El infectólogo también comentó que si un integrante de la vivienda está infectado, lo más probable es que el resto de sus parientes también lo estén. Manuel Espinoza indicó que varias personas viven cerca de sobrinas, tías, abuelas, entre otras, además de su familia nuclear, por lo que interactúan de manera seguida y se contagian. ‘‘Algunos de ellos harán una enfermedad grave e incluso morir’’, comentó.
El médico recordó que ‘‘seguimos con esa política de aceptar (en hospitales) a pacientes graves’’, por lo que todos aquellos que no se encuentran en esta situación ni siquiera llegarían a ser examinados ‘‘porque no corresponde a un diagnóstico de gravedad para entrar por emergencias’’.
Manuel Espinoza sostuvo que las políticas deberían modificarse. Además de brindar tratamiento desde el primer día, se debería tener en cuenta el ‘‘comportamiento’’. Es decir, ‘‘cómo aislarse, qué líquidos beber, qué medicamentos tomar para que esta enfermedad no se desborde en los pacientes y afecte más, e incluso cómo desinfectar las superficies’’.
El infectólogo dijo que también se podría llegar a orientar a las personas a qué hospital ir, cuando ya requieran ello. ‘‘La atención sería inmediata y no tendría que esperar cinco horas el tratamiento adecuado’’, añadió.
Como se recuerda, a finales de abril el Ministerio de Salud aprobó una estrategia de tratamiento para el nuevo coronavirus. La responsable del Comando de Operaciones Covid-19, Pilar Mazzetti, señaló en ese momento que las experiencias del mundo, así como locales, fueron usadas como base. Ella aseguró que si bien hasta la fecha no existe una solución a la pandemia, a lo largo de las semanas se fueron reuniendo experiencias médicas que habían hecho uso de la terapia.
Para ese momento, varios hospitales en Lima ya habían comenzado a aplicar el tratamiento cerca de cinco semanas antes. Uno de estos nosocomios fue el Arzobispo Loayza. Leonel Martínez, infectólogo del lugar, comentó a La República hace una semana que varios colegas compartieron información sobre todo lo que leían: publicaciones científicas y reportes de distintos países.
Por ejemplo, leyeron artículos de España que mencionaban que a partir del quinto o séptimo día algunos pacientes hacían un cuadro inflamatorio extremadamente severo. Eso generaba a que no puedan respirar y finalmente hasta morir. Asimismo, en Italia se llevaron a cabo algunas autopsias. En los cuerpos se hallaron pequeños coágulos diseminados.
Los médicos llegaron a la conclusión de que conocían cómo tratar situaciones como las mencionadas, pues también son ocasionadas por otras enfermedades graves. '‘En España empezaron a probar antiinflamatorios para bajar la inflamación y antitrombóticos o anticoagulantes para que no llegue a la coagulación’’, precisó. Los expertos peruanos consideraron que la terapia era ‘‘muy coherente’’, así que comenzaron a probarla.
‘‘Nos fue bien, veíamos que las personas se recuperaban. No llegaban al ventilador mecánico’’, aseguró Martínez. Él aclaró que si bien la terapia ha traído buenos resultados, esta tampoco es una cura definitiva. El infectólogo aseveró que se desea evitar que los pacientes infectados lleguen a requerir de un respirador, debido a que estos son ‘‘pre-mortem’’.