Los mineros artesanales que operan en el cerro El Toro, una vez más están demostrando que no tienen escrúpulos para alentar la ilícita actividad que desarrollan desde hace más de veinte años en ese lugar del distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión, en la sierra de La Libertad.
Hace poco la Policía descubrió que dos ancianos, identificados como José Diómenes Otiniano Cruz y su esposa María Isabel, ambos de 72 años de edad, habían sido utilizados por estos mineros para que escondan en su vivienda, ubicada en el caserío de Shiracmaca, gran cantidad de explosivos e insumos químicos que iban a ser usados en las exploraciones y pozas de procesamiento de mineral ilegal.
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La intervención ocurrió el jueves al mediodía, cuando los agentes policiales y miembros del Ejército realizaban operativos para velar por el cumplimiento de la inmovilización social decretada por el Gobierno, a fin de evitar la propagación de la pandemia del coronavirus que afecta a gran parte del país.
Las fuerzas del orden, tras ser alertados de la presencia de personas extrañas, ingresaron a una casa rústica, ubicada en la calle Moreno N° 118, llegando a decomisar dos cilindros que contenían cianuro, tres sacos de anfo (explosivo), seis sacos de carbón activado, nueve cajas y cuatro rollos de mecha lenta, 4,816 cartuchos de dinamita y 6,100 mechas fulminantes e insumos químicos.
Todo este material ilegal estaba en posesión y custodia de los ancianos que habían sido contratados por los mineros artesanales para guardarlos. Incluso en una oportunidad esta mafia empleó a una mujer sordomuda para que no los pueda delatar.