Personal de Serenazgo del distrito de Quilmaná, en la provincia de Cañete, casi intervienen a una joven que se encontraba en la vía pública, pese a la medida de inmovilización obligatoria, que entra en rigor desde las 6 de la tarde.
Los agentes municipales fueron alertados por los gritos de la mujer venezolana, la misma que estaba a las afueras de un hostal mientras discutía con su pareja, quien permanecía en la ventana de una de las habitaciones.
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La extranjera le solicitaba al hombre que baje para que recoja su ropa, pues él habría sido quien la tiró hacia la calle. “Yo no voy a subir hasta que bajes a recoger mis cosas porque tú las lanzaste ¡Muévete!”, se le escucha decir a la joven.
La fémina permaneció por buen rato en la calle gritándole a su acompañante, a pesar de que este le advertía que los serenos podían intervenirla por vulnerar la orden de restricción de tránsito.
“Sabemos que estamos en toque de queda. Los derechos quedan a un lado y personas que están afuera van a ser detenidas”, le advirtió un sereno, quien además le llamó la atención por no llevar mascarilla de protección.
Minutos después llegó personal de la Policía Nacional a bordo de un patrullero, pero aún así la mujer continuó exigiendo que su pareja baje a recoger la ropa.
Ante la insistencia de los policías, serenos y hasta del administrador del hostal, la joven venezolana terminó por recoger ella misma sus pertenencias e ingresar voluntariamente al establecimiento.