Desde que inició el estado de emergencia, decenas de apurimeños fueron inmovilizados en la frontera con Ayacucho, tratando de ingresar a la región a través del Puente Pampas de la provincia de Chincheros. Los ciudadanos fueron intervenidos por no respetar el aislamiento social dispuesto para detener el avance del coronavirus.
Tras realizar la identificación, se descubrió que las personas provienen de hogares de escasos recursos económicos y que por la coyuntura estaban migrando a sus comunidades.
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El Comité Multisectorial Regional de Emergencia, a través de videoconferencia, se reunió para evaluar la situación de los intervenidos. El gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón, informó que se acordó albergarlos en unos ambientes acondicionados en la ciudad de Andahuaylas, donde cumplirán la cuarentena.
Los ciudadanos tendrán alimentos y control sanitario de acuerdo a los protocolos que dispone el Ministerio de Salud. El control y registro lo viene realizando la Policía Nacional en coordinación con el personal de salud destacado en la zona.
De acuerdo al último reporte del Ministerio de Salud, la región de Apurímac registra un caso confirmado de COVID-19. Se trata de un hombre de 48 años que retornó del Callao, Lima, el 17 de marzo pasado a su casa en la provincia de Andahuaylas. El caso ha sido cuestionado debido a que el paciente se trasladó escondido en camiones a pesar de estar en vigencia el estado de emergencia.