Un local ubicado en la cuadra 8 de la avenida Los Constructores, en el distrito de La Molina, que operaba como un centro de masajes fue clausurado tras descubrirse que no contaba con licencia de funcionamiento y que además era un lugar donde ejercía la prostitución clandestina.
Semanas antes, los vecinos de la zona se quejaron ante el municipio sobre los extraños movimientos que se realizaban en el inmueble. Fue así que agentes del Serenazgo y de la comisaría de Santa Felicita iniciaron labores de seguimiento para conocer qué tipo de actividades se llevaban a cabo en el lugar.
Con la ayuda de una cámara escondida comprobaron que las sospechas eran ciertas. Una de las mujeres que trabajaba allí le indicó que el precio por un masaje era de 120 soles, pero si el cliente deseaba un “interactivo” el precio era mayor dependiendo del tiempo que duraba.
Cuando los policías y serenos ingresaron de manera sorpresiva al spa encontraron a cuatro mujeres, dos de ellas de nacionalidad venezolana. Asimismo, durante el operativo se apareció un hombre de nombre Jefferson Cruz Escriba, quien dijo ser el administrador del lugar.
Este sujeto negó que en el spa las trabajadoras se dedican a la prostitución, sin embargo, un parte policial del año 2011 demuestra que otro local suyo también fue intervenido por el mismo motivo, según información proporcionada por América Noticias.
“Bajo la fachada de un centro de masajes favorece a otro tipo de rubro que sería la prostitución clandestina. (…) En La Molina no debe haber informalidad ni tampoco este tipo de establecimiento que promueven actividades ilícitas”, aseguró Juan Roncagliolo, gerente de Seguridad Ciudadana.