El pasado domingo 15 de diciembre, Alexandra Porras (18) y Carlos Gabriel Campos (18) fallecieron en el local de Pueblo Libre de McDonalds, ubicado en el cruce de las avenidas La Marina y Universitaria.
Cuando estaban finalizando su turno de madrugada (de 7 de la noche a 7 de la mañana), mientras limpiaban la cocina, ambos sufrieron una descarga eléctrica que habría surgido en la máquina expendedora de gaseosas.
“No han tomado las precauciones del caso para sus trabajadores. Habían demasiados cables sueltos, demasiados cables a la intemperie. En cualquier momento iba a suceder esta tragedia”, comentó la abogada de la familia de Alexandra en América Noticias.
Por esta razón, hace cerca de medio año, otro colaborador denunció a los administradores del restaurante de comida rápida. Exigió que lo indemnicen por hacerle trabajar en un ambiente inseguro.
“A un trabajador lo sacaron de la empresa porque presentó una queja. Les ganó incluso y lo tuvieron que indemnizar. Sin embargo, ellos siguieron trabajando bajo esas condiciones. Esto nos va a servir para demostrar que todos los trabajadores de esta empresa estaban corriendo peligro de muerte. Ellos tienen mucha responsabilidad”, contó la abogada.
Otros compañeros de trabajo de Alexandra y Gabriel se quejaron porque las máquinas con las que trabajaban no funcionaban. Una de estas habría causado la descarga eléctrica, pues se cree que sus cables estaban pelados.
Pese a que la Municipalidad de Pueblo Libre detectó varias irregularidades en la mencionada sede, no la clausuraron, un hecho que la familia de la joven denunciará.
Una joven de 18 años y su compañero de 19 fallecieron electrocutados mientras realizaban labores de limpieza, según información preliminar. (Foto: La República)
“Nos dijeron que ya los habían sancionado y les habían dicho (a los administradores de McDonalds) qué tenían que corregir. Les dijeron que tenían que cambiar todo el cableado y no lo hicieron. Permitieron que esta empresa siga trabajando”, explicó.
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“Habían muchas cosas con las que mi hija no estaba de acuerdo. Quiero que este local no vuelva a abrir. Ella decía que los explotaban mucho; tenían que hacer muchas cosas”, denunció en América Noticias.
Alexandra empezaba sus labores a las 7 de la noche y las culminaba a las 7 de la mañana. En ese lapso no tenía tiempo para descansar y, cuando se lo permitían, debía hacerlo de pie.
“Hacían de todo. Descansaba un rato parada. Me decía que tenían que hacer muchas cosas. Gabriel (otro joven que murió en las mismas circunstancias) estuvo 6 meses trabajando ahí y ella 3 meses más o menos”, precisó.
Luego de la la lamentable muerte de los dos jóvenes, la Municipalidad de San Luis decidió inspeccionar múltiples locales de comida rápida para comprobar si es que estos cumplían con las medidas de seguridad correspondientes.
Uno de los resultados fue el cierre temporal del Kentucky Fried Chicken (KFC), en la avenida Canadá, debido a que no contaba con las condiciones de salubridad correspondiente.
La cocina tenía fisuras en sus paredes y pisos. Asimismo, el local tenía máquinas sin mantenimiento, entre otras irregularidades.
Tras el retiro de los cadáveres, la Municipalidad de Pueblo Libre clausuró el local de McDonald’s hasta que se aclarezcan las investigaciones por la muerte de dos jóvenes de 18 años.
El subgerente de Riesgos y Desastres de Pueblo Libre, Andrés Ciudad, afirmó que la clausura estará vigente hasta que se den los resultados de la Policía y del Ministerio Público. Además, refirió que el local ya había sido clausurado anteriormente por motivos de salubridad.