A pocos días de vencer su vigencia, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) de Lima y Callao precisó que las autorizaciones de 349 rutas de transporte público tradicional serán prorrogadas automáticamente hasta por un año, en la medida en que la ATU empiece a implementar un nuevo sistema a través de concesiones, como en los corredores complementarios.
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Como lo adelantó La República, estos permisos serán renovados para 268 empresas de Lima, “con el objetivo de no dejar sin servicios a la población”.
Según la ATU, se revisarán los padrones de las rutas, lo que implica la actualización y validación de la información de los vehículos y conductores habilitados. “Todo esto servirá para empezar a modificar, recortar o anular rutas de manera gradual”, explicaron las fuentes.
Para eso, agregaron, en los próximos días se publicará un cronograma para que las 268 empresas convencionales presenten vía internet la información respectiva de sus autorizaciones. Luego, estos datos serán contrastados con los registros de las Gerencias de Transporte Urbano (GTU) de Lima y Callao, las cuales ya están en manos de la nueva autoridad. “Se inspeccionará en el campo si su ruta o su flota son las adecuadas”.
Conocido esto, diversos colectivos (como Lima Nuestra) criticaron que se les siga prorrogando las autorizaciones a las combis de Lima, sin ningún filtro, como ocurrió en toda la gestión municipal de Luis Castañeda Lossio. No obstante, fuentes de la ATU reiteraron que en ese tiempo de ampliación se volverán a sentar las bases de la truncada reforma del transporte.
Así, este proceso de sinceramiento de las más de 300 rutas tradicionales de Lima concluirá en el 2020, lo que permitirá tener una base de datos actualizada del transporte público.
“Con este registro se podrá integrar flotas y rutas para establecer políticas futuras de chatarreo y renovación del parque automotor, así como diseñar un esquema de subsidios, entre otras mejoras que iremos implementando”, precisó el director de Operaciones de la ATU, Iván Villegas.
Hay que precisar que la meta de la jefa de la nueva institución, María Jara, es que en un plazo de año y medio las combis de Lima y Callao sean sustituidas por buses. Esto implica desplazar esos vehículos hacia otras zonas periféricas de la capital.
Para el director de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, este es el momento oportuno para empezar a dejar de lado a las empresas afiliadoras y de cascarón que no quieren ser parte del cambio, a pesar de que tienen una flota de 15 mil unidades solo en Lima Metropolitana.
Según la Fundación Transitemos, con la ATU se acabará la superposición de rutas originada por los municipios de Lima y el Callao, que entregaban permisos de forma descoordinada.
Para Luz Ámbar, deberían existir 14 mil buses para reemplazar a las 28 mil combis y cústeres que operan en la capital.