A propios y extraños sorprendió la historia sobre el supuesto hallazgo con vida en Áncash de Ángel Arquímedes Ramírez López, el hombre que se pensaba había fallecido el año 2000 en un accidente en el mar de Talara.
La desaparición de Ramírez se reportó luego que naufragara la embarcación en la trabajaba como pescador. Su familia y las autoridades lo habían dado por muerto hasta la semana pasada que apareció una versión en redes sociales sobre su supuesta reaparición.
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La publicación afirmaba que un hombre hallado deambulando por en las calles de Coishco, distrito cercano a Chimbote, en la provincia de Santa, era el pescador, pues si bien presentaba una apariencia desmejorada, sus características físicas eran muy parecidas.
Al conocer el rumor, miembros de su familia llegaron desde Culebras, provincia de Huarmey, para verificar si efectivamente se trataba de él, sin embargo, se resistieron a creer que eran la misma persona por tanto tiempo que había pasado, por lo que optaron a someterlo a las pruebas necesarias que los ayude a cerciorarse.
Es así que gracias al Sistema de Identificación Biométrica (ABIS) del Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec), la identificación del indigente NN fue posible. Se trata de Manuel Óscar Castillo Abad, nacido el 10 de julio de 1972 en Ayabaca (Piura), confirmándose que no es Ramírez López.
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El ABIS compara las huellas digitales de una persona no identificada con todas las almacenadas en la base de datos del Reniec. En esta base de datos se encuentran las imágenes de las impresiones dactilares y del rostro, así como información personal de los peruanos que han obtenido un Documento Nacional de Identidad (DNI).
Si la comparación automática arroja coincidencia, un perito del Reniec valida el resultado, basándose en la biometría dactilar (huellas), facial (características del rostro) o gráficas (características de la firma). Así se puede determinar de manera fehaciente e indubitable la identidad real de una persona.
En este caso, las impresiones dactilares de la persona NN ubicada en Coishco fueron tomadas por la Jefatura Regional del Reniec y enviadas por correo electrónico a la Subgerencia de Identificación y Grafotecnia de esta entidad. Una vez procesadas mediante el sistema ABIS, el resultado fue validado por un perito y así se estableció el verdadero nombre del indigente.
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En marzo del año 2010, el Reniec empezó a brindar gratuitamente el servicio de identificación biométrica, mediante huellas digitales, a distintos establecimientos de salud y morgues del país con el propósito de identificar a personas NN que han fallecido o perdido –de manera temporal o permanente– sus facultades mentales. Desde entonces, ha identificado a 1 144 personas.