En la Cordillera del Cóndor, escenario del último conflicto bélico entre Perú y Ecuador en el año 1995, fuerzas combinadas del Ejército y la Policía ejecutaron ayer un operativo y lograron recuperar uno de los mayores centros para la explotación de yacimientos auríferos, tomado por mineros ilegales.
La intervención se realizó en el puesto de observación El Tambo, distrito de El Cenepa, provincia de Condorcanqui, región Amazonas, donde funcionaba la mina Afrodita. Nueve sujetos que se dedicaban a esta actividad fueron capturados.
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Según indicaron desde el Ministerio de Defensa, este es uno de los golpes más duros a las organizaciones criminales que operaban en esa zona de frontera. Allí, dirigentes de las comunidades nativas awajún habían solicitado la intervención de las autoridades y el cese de la explotación de oro.
Los mineros que fueron sorprendidos por las fuerzas del orden adujeron tener autorización, pese a que las actividades mineras están prohibidas por el Ministerio de Energía y Minas y el Gobierno Regional de Amazonas.
Otros, en cambio, abandonaron la zona antes de que llegara el personal militar y policial, que ahora viene realizando la inhabilitación de la vía carrozable que conecta con el Ecuador, así como la voladura de bocaminas y socavones, y la habilitación de un helipuerto.
“El Estado viene realizando las acciones necesarias para recuperar el principio de autoridad y el orden en esta zona del país. Además, el gobierno regional de Amazonas presentará un plan integral para promover el desarrollo de las comunidades que habitan esa región del país”, reveló el ministro del Interior, Carlos Morán.
“Estuvimos tres años enviando cartas a los gobiernos del Perú y Ecuador, nuestro personal estuvo en peligro y nos vimos obligados a abandonar la zona porque no había presencia del Estado. Ahora felicitamos al gobierno que con buen criterio ha entrado a ese lugar para recuperar un territorio emblemático, histórico”, dijo el dueño de la mina Afrodita, Jorge Bedoya.
Explicó que los mineros ilegales de ambos países venían realizando actividades en 33 túneles y que el oro era trasladado hacia el Ecuador. “Nosotros entramos en el 2002 y realizamos una campaña de perforación cumpliendo todos los permisos legales”, precisó.