La imprudencia es uno de los factores que ha disparado la incidencia de siniestros en la región de Puno. En la que va del 2019 se han reportado 136 incendios ocurridos en la zona urbana y rural, según detalló el jefe de la Oficina Regional de Gestión de Riesgo de Desastres y Seguridad, Lippman Escobar.
Para el funcionario, es una situación preocupante pues da muestra de que la población no está tomando consciencia sobre el problema. Explicó que una parte de los incendios fueron provocados por agricultores que quemaron pastizales sin tomar en cuenta que el fuego puede propagarse por el viento y generar daños.
De los 103 incendios forestales reportados en Puno, 23 ocurrieron en la provincia de Melgar y otros 20 en Lampa. En esta última jurisdicción se produjo un siniestro hace una semana, que arrasó con pastizales naturales del barrio de Villa Pampa y montículos de avena para alimentar ganado.
Lippman Escobar recordó que los autores de los incendios pueden ser denunciados y sancionados por las autoridades. En estos casos el Servicio Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) puede iniciar un proceso administrativo e imponer hasta 5 mil Unidades Impositivas Tributarias (UIT), según del daño provocado
En el último año son numerosos los casos de siniestros que han iniciado por la acción del hombre. A inicios de octubre, un incendio que inició por la quema de pastizales, consumió al menos 115 hectáreas de cultivos de café y cítricos en la selva puneña. En la provincia de Azángaro, una fogata que se propago fuera de control afectó cuatro viviendas.
En estos y otros siniestros, tuvieron que movilizarse decenas de pobladores, bomberos y policías para controlar el fuego antes que provoque mayores daños o afectaciones a la fauna y flora puneña.