Han tenido que viajar por varias horas para recuperar los cuerpos sin vida de sus hijos, hermanos, o amigos. Los familiares de los fallecidos en el accidente de tránsito de un bus que cubría la ruta Puerto Maldonado - Cusco, aún esperan reconocer a sus seres amados para llevárselos a Madre de Dios y darles el último adiós.
Decenas de personas han llegado a la sede de la morgue central en Cusco con los rostros desencajados y expresando su indignación por lo ocurrido. Ante la prensa, muchos denunciaron que la empresa de Transportes Palomino, a la que pertenecía el bus siniestrado, no les está brindado el apoyo que requieren.
Un padre que perdió a su hija universitaria de 23 años en el fatal accidente de tránsito, aseguró que todos los familiares han tenido que costear sus traslados hasta la morgue para reclamar los cuerpos de sus allegados. Detalló que una docente y algunas compañeras de estudios de su familiar, también perecieron en el siniestro.
Otro hombre que llora la muerte de su hermana, manifestó que muchos de los familiares se encuentran en apuros económicos por los gastos funerarios y del entierro de los pasajeros. Aseveró que la sede de la empresa Palomino se encuentra cerrada y por ello no han recibido respuesta sobre el apoyo que recibirán.
Las críticas de los familiares también estuvieron dirigidas a las autoridades, incluyendo la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran). Exigieron que intensifiquen su fiscalización para evitar que las empresas de transporte operen sin cumplir con las medidas básicas de seguridad.
Las circunstancias del trágico accidente ocurrido en el sector de Marcapata, de la provincia de Quispicanchi, Cusco, aún son materia de investigación. Hasta el momento, la Policía presume que el chofer se habría quedado dormido al volante y perdido el control del carro que luego cayó a un abismo de más de 100 metros de profundidad.