“Tenía que ser yo”, dice María Enríquez Condori, una madre de 33 años que hace nueve meses se vio con la dolorosa noticia que su menor hija de 15 años tenía insuficiencia renal y necesitaba de un trasplante riñón.
Durante todo este tiempo se sometió a una serie de pruebas en el hospital Carlos Seguin Escobedo EsSalud de Arequipa para ser ella la donante. Siempre fue la primera opción, no lo dudó ni un solo segundo y hoy goza de la felicidad plenamente al haber logrado una calidad de vida para su primogénita.
La adolescente hasta sus 14 años vivió una vida normal, pero fue al año siguiente que empezó a sentir ciertos malestares. Luego de los exámenes, los médicos le diagnosticaron la enfermedad que comprometía su sistema endocrino. Durante los siguientes nueve meses fue sometida a diálisis peritoneal, un procedimiento para depurar líquidos y electrolitos que se realiza cuatro veces al día.
Desde el primer momento, al conocer que era necesario el trasplante del órgano renal, la angustiada madre tomó la opción de ser ella la donante. Luego del largo proceso para determinar si era apta para la intervención, fue aceptada y hace tan solo cinco días se llevó acabo la operación. A esta fecha, a Enríquez ya le dieron de alta y se encuentra muy feliz por haber ayudado a su hija.
Tanto ella como la menor se encuentran estables, en unos días también le darán de alta a la hija de María y podrá seguir su vida con normalidad. Raúl Hinojosa Cornejo, coordinador de la unidad de trasplante renal de EsSalud, cuenta que luego de 20 años realizan en Arequipa una intervención con donante vivo.
El médico explicó que era objetivo hacerlo en su mayoría con donantes cadavéricos, pero el largo tiempo que tienen que aguardar los pacientes, hace de la espera una agonía. Incluso varios casos concluyen con la muerte del enfermo antes de encontrar un donador.
“Como nuevos objetivos que se han trazado a nivel mundial, es darle un realce nuevamente al trasplante con donación viva, que tiene muchas ventajas. Al ser familiares, hay una mayor compatibilidad entre donante y receptor, además no tienen que estar esperando tanto tiempo y el periodo de diálisis es menor”, comentó.
Hinojosa resaltó lo importante del factor psicológico, que, al poder reintegrarse más prontamente a sus actividades normales, el paciente tiene una mejor sobrevida. A la fecha, ya hay varios interesados en la donación viva. El médico agregó que también permiten el trasplante de parte de la pareja del enfermo, lo cual es bastante común actualmente.
En lo que va del año se han realizado cinco trasplantes de órganos en Arequipa.