La nueva ministra de Salud, la congresista de Perú Libre Kelly Portalatino, asume el cargo afrontando críticas por su alineamiento duro con Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, y su modesta experiencia profesional, factores que refuerzan la percepción de que es una cuota del cerronismo que se mantiene en el Gobierno para evitar una vacancia del presidente Pedro Castillo desde el Congreso.
“Es realmente indignante. Pedro Castillo, sin importar la salud de los peruanos, cede a la presión de Cerrón y designa [como] cuota a la señora Kelly Portalatino, asegurándose 16 votos en el Congreso”, tuiteó la congresista Patricia Juárez, vocera de Fuerza Popular.
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“Significa que no ha habido ruptura y Cerrón sigue cercano al presidente. Vamos a ver cómo se va a desempeñar. La población aclama por repotenciación de centros de salud”, dijo el legislador Jorge Montoya, portavoz de Renovación Popular.
“Es una maniobra política en donde el presidente ve sus días contados. No basta con ser médico para ser ministro de Salud”, adujo el parlamentario Edwar Málaga en la emisora RPP.
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Portalatino es médico egresada de la Universidad San Pedro de Chimbote, que no logró estándares de calidad para ser licenciada por la Sunedu y está en proceso de cierre, un antecedente que abona a entender el rechazo del cerronismo a la reforma universitaria. Ha sido médico en Áncash. En el 2014 fue designada directora ejecutiva en la Red de Salud Pacífico Sur, por la gestión del gobierno regional de César Álvarez. En el 2016 se afilia a Perú Libre y postula al Congreso sin éxito el 2020. El año siguiente, logra ser parlamentaria y destaca por su dura defensa de Cerrón.
Además, evidenció conservadurismo con un proyecto para renombrar el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables como Ministerio de la Familia y Poblaciones Vulnerables.