Puno
Las manifestaciones comenzaron a las diez de la mañana del miércoles 18 de enero en Macusani. Eran pacíficas; sin embargo, en la tarde se prendió la mecha en la capital de la provincia puneña de Carabaya. A causa de esos choques, hubo dos muertos por impacto de bala en las partes vitales.
Decenas de ronderos se congregaron en la plaza de Macusani. La mayoría vestía ropa negra en señal de duelo por las 18 muertes en Juliaca.
En la tarde concluyó la marcha y emprendieron retorno a sus pueblos. Llegaron al cementerio antiguo, muy próximo al terminal zonal. El lugar es una zona elevada, una suerte de mirador natural de Macusani. En la parte baja yace la comisaría central.
Cuando estaban a punto de abordar las unidades de servicio público, se desató un inexplicable enfrentamiento con la Policía Nacional. Los ronderos dijeron a La República que los miembros del orden abrieron fuego por insultos lanzados por algunos jóvenes participantes de la jornada.
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La X macrorregión policial, ante esta versión, prefirió el silencio. Este medio contactó con varios ronderos. Estos señalaron que se defendieron de la asfixia de los gases y disparos de arma con sus ondas. Los miembros del orden dispararon desde la comisaría hacia la parte alta donde se ubica el mirador natural conocido como la “Y”.
Sonia Aguilar Quispe, recibió un impacto de bala en la cabeza mientras presenciaba el enfrentamiento. Lo acompañaban sus paisanas y amigas del distrito de Ayapata. Desde ahí viajaron en la mañana a Macusani para protestar contra Dina Boluarte. Deja dos menores de edad en la orfandad. Era madre soltera y prima del actual consejero por la provincia de Carabaya, Héctor Aguilar Narváez.
Sonia
Casi a dos 200 metros de donde cayó herida de muerte, Sonia Aguilar Quispe, cerca del estadio de Macusani, Salomón Valenzuela Chua (30) recibió dos impactos de bala en el tórax y abdomen. Según sus familiares no tenía nada que ver en las protestas. Salió con su cuñado y hermano menor a mirar lo sucedido en el pueblo. En la misma moto en la que se desplazaba lo trasladaron al hospital San Martín de Porres. No resistió y murió ayer a las 10:45 a.m. por shock hipovolémico y un trauma torácico abierto. Deja cuatro hijos en orfandad.
Elena Hanccori Hancco, esposa de Salomón Valenzuela, dijo que su pareja no participó de las movilizaciones. Pidió ayuda para mantener a su familia.
Después de confirmarse la muerte de Sonia Aguilar Quispe, se desató el vandalismo en Macusani. Atacaron el Poder Judicial de Macusani y la comisaría de Macusani, ambos locales fueron incendiados. En la versión de los ronderos fueron infiltrados y sobre el puesto policial acusaron a los efectivos de prender el fuego y luego abandonar las instalaciones haciendo disparos.
Fuentes policiales tienen otra versión. Acusan a los manifestantes de los destrozos. Eso los obligó a rescatar 58 efectivos para evitar el ataque de una turba. El repliegue policial se realizó a las 18:00 horas. El traslado se hizo con el apoyo y cobertura aérea de un helicóptero del ejército peruano. Los llevaron hasta la comisaría de Ayaviri. El premier Alberto Otárola se pronunció sobre lo sucedido en Macusani. Aseguró que la quema de la comisaría fue un sabotaje contra el Estado de derecho. Señaló que los responsables serán identificados.
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Salomón Valenzuela Chua
En la región Puno, cinco comisarías fueron abandonadas por el personal policial. Se trata de los puestos policiales de Juli, Platería, Huancané, Crucero, Pilcuyo. Los dirigentes de esos poblados advirtieron que quedaron a merced de desconocidos. “Nosotros no nos hacemos cargo de nada si pasa algo. Los propios policías dejaron abandonados los ambientes. Eso se está haciendo a la fuerza”, dijo Nicasio Flores, residente de la provincia de Chucuito-Juli.