La presidenta Dina Boluarte mantiene el respaldo de ciertos ministros. En una última entrevista al canal del Estado, el titular de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, dijo que ella no renunciaría “no por un hecho personalísimo, sino (...) para dar estabilidad al país”. Añadió que la gestión afronta una ebullición que es “absolutamente entendible”, en referencia a las demandas poblacionales reprimidas por el Gobierno, solicitantes de la salida de toda la clase política.
Su declaración se dio un día después de que tres de sus colegas presentaran su renuncia irrevocable a los despachos en los que laboraron. El 13 de enero, la primera mandataria nombró a los reemplazantes de las carteras del Interior, Mujer y Trabajo.
Consultado en TV Perú por el asunto, Demartini respetó la decisión de los exministros al tiempo que enunció: “Este nuevo gabinete está convencido que eso es lo que nos toca: asumir responsablemente en beneficio de todos los peruanos. Eso es lo que nos toca ahora, dar la cara sobre lo que hemos hablado, sobre un Estado que ha sido ineficiente, por el cual pedimos disculpas a la población”.
Durante su discurso al país, Dina Boluarte dijo que “no pretende quedarse en el poder” y, en demostración de la enunciación, pidió al Congreso adelantar la segunda legislatura con el fin de que se apruebe el adelanto de elecciones generales para abril del 2024.
También pretendió asemejar los años del conflicto armado interno con las varias marchas que piden su rápido retiro del cargo. Mencionó a los caballos asesinados en el sur peruano para decir: “¿Estamos volviendo a los años de la violencia terrorista, donde se colgaban perros en los postes de luz?”.