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Política

Antonio Zapata: “Los campesinos están diciendo: Teníamos un representante y no lo han dejado gobernar”

El docente universitario e investigador se pronunció sobre la continuidad de Dina Boluarte al frente del país. “Veo bien difícil que el Gobierno de Boluarte sobreviva. La presión es demasiado grande y enorme el contraste con Brasil, donde no hubo ningún muerto”, explicó.

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Antonio Zapata

El historiador Antonio Zapata reflexiona sobre las protestas contra el Gobierno, el rol de la presidenta Dina Boluarte, la mayoría del Congreso, el factor de la identificación de un sector de la población respecto al exmandatario Pedro Castillo y el papel de las izquierdas en la gestión anterior y en las actuales manifestaciones sociales.

— ¿Cómo se explican las protestas contra el Gobierno desde que cayó Pedro Castillo?

— Es la identidad. Hay formas de hacer política desde el programa y otra desde la identidad. Él representaba al Perú rural. En las últimas movilizaciones salen los campesinos. Están diciendo: teníamos un representante y no lo han dejado gobernar, al final ha pateado el tablero, pero nos han sacado de nuestra oportunidad histórica. Ese sector del país protesta porque no se le ha dejado gobernar, se le acusó falsamente de fraude, se le hostigó en el Congreso desde el inicio y esa población juzga que no es justo que gobiernen los que han fregado al profesor Castillo.

— ¿Y ellos desconocen la ineficiencia y los indicios de corrupción o los toleran?

A algunos les importan los hechos, las medidas, si hubo o no una segunda reforma agraria, y en otra forma de pensar, también válida y legítima, importa que sea tuyo, te represente, sea tu igual, de tu identidad.

— ¿La derecha tiene responsabilidad en alimentar ese descontento por cerrarle las puertas desde el comienzo?

Es que tenemos una derecha de razonamiento muy pobre. Esto que le han hecho a Castillo se lo hicieron a Kuczynski, un gran empresario de derecha. Si se lo hacen entre ellos, ¿cómo no lo harán al rival de clase? Es una forma de comportamiento de la élite política de derecha, como caníbal: si no eres tú quien está arriba, serrucharás el piso.

— ¿Boluarte tenía que dar un giro tan drástico o podría haber tenido más coherencia con los orígenes de su elección?

— No se da cuenta de que una presidenta de la República es un peso propio. Lejos de jugar su propia carta, está sometida a los demás. Está jugando a ser intérprete de presiones de los demás, y allí pierde su oportunidad.

— ¿Y considera viable que se mantenga su gobierno?

Después de los sucesos de Puno, que se suman a los muertos de diciembre, veo bien difícil que el Gobierno de Boluarte sobreviva. La presión es demasiado grande y enorme el contraste con Brasil, donde no hubo ningún muerto cuando partidarios de Bolsonaro tomaron los grandes edificios públicos. Boluarte tiene que pagar el costo político de haber permitido que las fuerzas armadas y policiales actúen con un plan tan violatorio de los derechos humanos básicos.

Puno. Aldair Mejía fue acompañado por sus colegas a clínica en Juliaca. Foto: Liubomir Fernández / URPI

— ¿Cuál es la salida? Si ella renuncia, asumiría Williams…

— Puede el Congreso cambiar de Mesa Directiva y nombrar a alguien menos conflictivo que administre un breve gobierno de transición y se vayan lo antes posible porque, en las actuales condiciones, creer que la mayoría del Congreso hará una reforma con sentido democrático, participativo, abierto y tolerante es una ilusión. Ellos quieren hacer contrarreforma para garantizar que el próximo presidente o presidenta sea de la derecha.

— ¿Quién del Congreso podría salir y calmar a la calle?

— La calle no se calma si no es con sanción para los responsables de tanta muerte, y eso es sanción política, para empezar Boluarte, y luego sanciones a los responsables más directos, por un lado, y por otro, con la convocatoria a elecciones. Con un proceso electoral, la calle dirige su energía al terreno electoral. Es una válvula de escape, todos lo sabemos. Parece que los del Congreso son ciegos. La congresista Camones no quiere que haya segunda votación para adelanto electoral, sino después de hacer reformas que incluyan cambiar a las autoridades electorales. Quieren primero botarlos y luego convocar a elecciones. Con un proceder tan ciego, acabarán de incendiar el país. ¿Quién podría asumir? Hay una serie de gente en el Congreso. Piensa en Susel (Paredes), por ejemplo, o alguien quizá menos conflictivo, pero con ese tipo de perfil. Podría administrar unas elecciones. Si sale Boluarte y otra mesa del Congreso dice que habrá elecciones inmediatas con las autoridades electorales actuales, logran reconducir el caos actual hacia una salida. Mientras no haya una salida, el caos aumentará su intensidad.

— ¿Esa salida espera hasta el 2024 o eso ya es inviable y las elecciones deben ser este año?

— Yo diría, después de lo de Puno, lo antes posible porque la tensión ha llegado a demasiado. La violencia origina más violencia, la represión es el principal azuzador. El azuzador no es Evo, eso es una tontera; el azuzador es la represión. Entonces, después de lo que había pasado en Ayacucho y lo que ha pasado hoy (ayer) en Puno, el desborde de rabia será muy grande y será inevitable enfrentarlo. No hay otra manera de enfrentarlo que reconducirlo a la salida política.

— ¿Quedamos sin reformas?

— Es que quieren hacer contrarreformas. Si se van a quedar para hacer las reformas positivas bien, pero se quieren quedar para tener unas autoridades electorales que les sirvan a sus propósitos. Y tienen mayoría. Así habrá una reforma electoral negativa que empeorará aún más la cancha. Entonces, mejor que no haya. Mejor, elegir lo más antes posible. Esta rabia nos puede llevar al fraccionamiento. Esta rabia, desesperación, esta crisis, los muertos... todo eso debe detenerse ya.

— ¿Cuál es el papel de la izquierda en las protestas?

— Hay muchas izquierdas. Veo algunas de incendiarios y a otras tratando de evitar que la represión se dé o ayudando a las víctimas. El papel de Ruth Luque, por ejemplo. Es un sector de la izquierda muy diferente al otro. Con algunas izquierdas me identifico, por eso pongo el ejemplo de Luque, y las otras no cree que lleguen a nada bueno.

Guido Bellido presentó proyecto de ley para convocar a referéndum y someter a votación la implementación de una asamblea constituyente. Foto: Congreso

— Algunos buscan poner a toda la izquierda en el mismo saco.

— En la derecha, hay grupos incendiarios como quienes hostigan a autoridades moderados. Esos grupos, como La Pestilencia, son también parte de la derecha. En un país polarizado siempre habrá en una y otra corriente algunos grupos violentistas. Creer que esos grupos violentistas equivalen a la corriente entera, es un error. Lo mismo en la izquierda. Hay una izquierda democrática, que cree que un socialismo conviene a la democracia, y también algunos grupos incendiarios.

— ¿Cuál es el futuro de la izquierda después de Castillo?

— Difícil. La identidad, motor de las buenas votaciones de izquierda, puede llevársela alguien con el perfil de Antauro, que no es necesariamente izquierda. En la izquierda democrática, su principal desafío es aparecer. No están organizados. Es un riesgo que se diluya. Eso es peor.