La mayoría de los ciudadanos del país no tiene un líder político que los represente, según muestra la última encuesta de nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación realizada para La República.
El estudio consultó a la población desde el lunes 19 al jueves 22 recientes y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y debajo de cada resultado de representación nacional.
Aproximadamente, 50% de los peruanos piensa que ninguno de los líderes políticos los representa y un 18% no sabe qué responder al respecto. Es decir, es un 68%, cerca de dos tercios del país no tienen líder político.
El presidente Pedro Castillo representa mejor a solo un 6% de la población, Antauro Humala al 4%, los excandidatos presidenciales Keiko Fujimori y Rafael López Aliaga a un 3% cada uno, y el exmandatario Martín Vizcarra también al 3%. En el sondeo, siguen el premier Aníbal Torres, Daniel Urresti, Hernando de Soto, el expresidente Francisco Sagasti y George Forsyth con apenas 1% cada uno.
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“Vemos lo lejos que están los políticos del ciudadano promedio. Ni de izquierda, centro o derecha, ninguno genera conexión programática, afectiva o clientelista. Son vínculos rotos. Más allá de resultados electorales, que es un espejismo de representación, la real representación de estos políticos es prácticamente nula”, dice el politólogo Arturo Maldonado, profesor de la Universidad Católica (PUCP) y socio director de la consultora Cincuenta Más Uno.
“Pueden crecer en un ciclo electoral, pero es cuando no compiten por nada cuando se ve la real magnitud de los rompimientos del vínculo entre ciudadano y los políticos”, añade.
“Los electores no se sienten representados debido a las promesas incumplidas. Hay crisis política y de sistema de partidos sin solución a corto y mediano plazo. Hacen de la política palco de promesas inviables, no para mejora de la población como un todo. Relaciones clientelares, corrupción, desinformación de políticos producen apatía y distanciamiento del elector”, anota la politóloga Yasmín Calmet, docente de las universidades Católica de Santa María (Arequipa) y Pedro Ruiz Gallo (Lambayeque).
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“Que crezcan algunos dependerá mucho del contexto en elecciones y las propuestas. Hay sentimiento anti que lleva a multipolarización política sin precedentes. No veo a alguno de estos políticos con chances de crecimiento expresivo”, agrega.
“La ausencia o malfuncionamiento de estructuras de representación, los partidos, más la erosionada legitimidad de las instituciones, producen desconfianza y rechazo no solo a políticos de turno, sino a cualquier dimensión de la política”, dice el antropólogo Pavel Aguilar, profesor de la Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI e investigador del instituto NOR, en el norte del país.
“Ese 50 % irrepresentado probablemente no solo desconfía o detesta a la clase política, sino que cada vez siente más desafección a la democracia. Si bien esto ya es el garbanzal de las políticas de tipo clientelista que operan sobre todo a nivel subnacional, podría ser un caldo de cultivo para proyectos autoritarios de todo tipo”. advierte.
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Infografía-La República
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Análisis por: Patricia Zárate, jefa de Estudios de Opinión del IEP
Un tema de discusión casi permanente es el de la representación política y el papel de los partidos políticos. Entre el año pasado y este se han publicado dos textos que explican el liderazgo populista de P. Castillo, Raúl Asensio “El provinciano redentor” en el libro El Profe (2021) y Carlos Meléndez en Populistas (2022). El primero se refiere a Castillo como populista nativista y el segundo como populista silvestre. Castillo mostró una imagen de líder regional que en otras circunstancias probablemente no hubiera llegado a ser presidente, pero la fragmentación política le dio la condición necesaria para serlo.
Ha pasado casi un año y medio de la primera vuelta de las elecciones generales y la situación es igual o peor aún. No hay liderazgos políticos a nivel nacional con los que la ciudadanía se sienta representada, más de dos tercios dice que nadie lo representa actualmente (ninguno 50% y no sabe 18%). Y pese a los bajos porcentajes que los mencionan, se mantienen los dos contendientes de la segunda vuelta de 2021, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, con un nuevo personaje que es Antauro Humala. En general, aunque hablamos de porcentajes bastante bajos, hay una sensación de mayor representación hacia la izquierda, luego la derecha y por último el centro. La identificación con la izquierda es mayor en el área rural, en la macrozona sur y en los niveles socioeconómicos D y E.
Una próxima elección probablemente nos traiga no solo la fragmentación que vivimos en 2021 sino una mayor polarización, y desde los extremos es difícil construir un mejor futuro.