El expresidente Martín Vizcarra, que busca inscribir su nuevo partido, recomienda que el mandatario, Pedro Castillo, plantee el adelanto de elecciones generales en su mensaje del 28 de julio, como él hizo antes de disolver el Congreso. Alega que así quedará la atención de la ciudadanía sobre el Legislativo para la salida a la crisis política.
—Busca inscribir su partido. ¿En qué elecciones participará?
—Presentaremos los documentos este jueves 21. En agosto ya debemos ser partido inscrito, no para las elecciones de este año, sí para otras. La mira no es solo electoral, sino trascender.
—¿Participará en las próximas elecciones generales?
—Estará habilitado para las próximas elecciones generales, que espero que sean generales porque el Congreso quisiera solo elecciones presidenciales.
—Es evidente que participará...
—Claro, claro.
Exmandatario presentó en Arequipa avance de inscripción de su partido Perú Primero. Foto: Rodrigo Talavera / La República
—Ve casi seguro que esas generales serán antes del 2026.
—Es lo que corresponde. El Perú ha vivido un año muy difícil y no merecemos esta situación cuatro años más. El rechazo a las autoridades es tal que están sin legitimidad. Tienen legalidad, llegaron en elecciones limpias aunque ajustadas, pero han perdido legitimidad. Muy pocos se sienten representados por el Gobierno y el Congreso.
—Usted también llegó al Gobierno débil, pero ganó respaldo. ¿Cómo definiría su fórmula?
—Asumí la presidencia con aprobación de 30% a 35% y luego por acciones en favor del pueblo nos reconocen. Tuve crisis política, de justicia y sanitaria, y tomamos decisiones a favor de la población enfrentando grupos que priorizan sus intereses.
—¿Salaverry fue su carta para ayudar a Castillo?
—Con Salaverry mi relación es muy escasa y no se trata de apoyar con intermediario. Si Castillo hubiera querido mi consejo, me lo hubiera pedido. Con gusto le hubiera dado porque todo peruano debe poner su esfuerzo. Con Sagasti sí se reunió.
PUEDES VER: Vizcarra sobre últimos congresos: “Uno obstruccionista, otro revanchista y este piensa en sus intereses”
—¿Está dispuesto a hacerlo?
—Es muy tarde. Su situación es tan precaria que no hay cómo revertirla. Tuvo muchas oportunidades, la última con Max Hernández y el cardenal Barreto. Ha mostrado no tener propósito de hacer buen gobierno.
—Usted está inhabilitado. ¿Quién será el candidato que liderará su oferta partidaria?
—Es prematuro. He objetado la inhabilitación en fueros internos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por jurisprudencia con Gustavo Petro, se debe revertir. En el partido convocamos a quienes quieran sumarse. Hay gente competente...
—¿Por qué seguir en política con serios procesos en la justicia? ¿No es mejor superarlos?
—Mis actos han sido correctos y apegados a la ley. Cualquier proceso de investigación concluirá en ello. No hay ninguna pena, sino investigaciones. Quisiera explicar, pero el Poder Judicial me prohíbe dar detalle.
Martín Vizcarra
—¿No es búsqueda de impunidad a través de la política?
—Yo propuse que cualquier autoridad pueda ser investigada para quitar ese manto de impunidad. Ahora Castillo, siendo presidente, es investigado. ¿Dónde la impunidad?... Y el Poder Judicial es independiente.
—¿Quiénes financian su partido? Hay toda una logística...
—La voluntad de los simpatizantes. Los locales de 90 comités provinciales son casas de afiliados. En los viajes, cada quien va con su peculio. Y así todo.
—¿Usted de qué vive?
—Antes de político, tuve 20 años de labor privada que me dio una renta. Este año he hecho trabajos de ingeniero en proyectos inmobiliarios a privados.
—¿Usted habría disuelto este Congreso?
—No. Las condiciones son diferentes. Nuestro Ejecutivo trabajaba de modo adecuado y el Congreso obstruía. Antes de disolverlo, propuse adelantar elecciones. Ese Congreso archivó la propuesta. Ante la segunda negación de confianza, tuve que disolverlo. No me arrepiento. Hoy es diferente: hay desgobierno. No cambiaría nada disolver el Congreso y este no lograría nada vacando a Castillo. La salida es adelantar elecciones. En vez de trabajar eso, los congresistas buscan su reelección con el pretexto de la bicameralidad.
—Hay especialistas a favor de la reelección congresal...
—El Congreso de años anteriores sería modelo... No descarto que se pueda analizar la reelección y la bicameralidad, pero de manera amplia y participativa, no como han hecho. Son 71 congresistas contra cerca de 14 millones de peruanos en el referéndum anterior. Ahora, que Juárez, Montoya, Cavero hagan campaña por su reelección como supuestas eminencias y expertos en blindajes.
PUEDES VER: Pedro Castillo se reunió con dirigente de rondas campesinas que negó secuestro de periodistas
—¿Qué debe decir Castillo en su mensaje este 28 de julio?
—Adelanto de elecciones. Es lo único bueno que puede decir. Que acepte con autocrítica que deben irse todos, pero de manera ordenada. Es el único anuncio que el pueblo aceptaría. Otra cosa es más de lo mismo.
—Es casi imposible, ¿no?
—Yo lo hice.
—¿No fue porque sabía que el Congreso lo iba a rechazar?
—No, yo pensé que podían actuar de la mejor manera.
—¿Cómo ve la iniciativa ciudadana del adelanto electoral?
—Una buena iniciativa, yo firmaría el padrón, pero es algo romántico sin efecto concreto, pues llegará al Congreso, donde Juárez lo pasará al archivo.
—También si lo plantea Castillo, pasará por el Congreso...
—Pero allí es un poder del Estado que acepta y pone al otro en jaque. Al empeorar las cosas, el problema es de los congresistas.
—¿Qué nos garantiza que con adelanto electoral no volvamos a caer en lo mismo?
—Debe ser con elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias para que la población filtre y saque a los malos candidatos de los partidos.
—¿Cree que el país ya le perdonó el llamado vacunagate?
—Hay que preguntarle al país. Yo pedí perdón si alguien vio mala fe. No fue mi intención.
—¿Usará el ‘Bebito fiu fiu’ en su campaña? ¿Lo agradece?
—(Ríe) No, tendría que pedir derechos a Tito Silva, a quien no conozco. Hasta creen que es nuestro marketing. Es una canción que ha gustado y no quisiéremos usar en ángulo político.
—¿Cómo tomaron su esposa y su familia lo ocurrido?
—Con mi esposa tengo 34 años de relación sólida que nadie pondrá en riesgo. Es una relación más unida que nunca.
—¿Qué extraña del poder?
—La oportunidad de servir. Para nada la parafernalia, andar con seguridad... incomodaba. Es un alivio estar ahora como siempre, ciudadanos comunes, no sé si indios como dice Alva.