AAR sobre la política peruana: "No hay una vocación real para luchar contra la corrupción"
El expresidente del Consejo de Ministros del Perú Pedro Cateriano conversó sobre las circunstancias de la política peruana actual.
Augusto Álvarez Rodrich analizó la coyuntura en su programa 'Claro y directo'. En esta ocasión, el periodista tuvo como invitado a Pedro Cateriano, expresidente del Consejo de Ministros del Perú, y dieron una revisión completa y exhaustiva de la realidad política del país.
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Al iniciar el análisis situacional del Perú, Pedro Cateriano definió, ante la consulta de AAR, que el Perú se encuentra en un entrampamiento político, pues el contexto económico del país no era el mejor y que en "un camino complicado". Refirió al Gobierno peruano y al Congreso como dos de las entidades que habían destruido el avance en ámbitos como la educación.
"Hay una campaña sostenida al interior del Congreso, no solo ya para privilegiar sus intereses económicos y personales de los señores congresistas de la mayoría de las agrupaciones políticas, sino peligrosas amenazas al orden democrático y constitucional, como este intento de controlar políticamente la Junta Nacional de Justicia que es un órgano autónomo precisamente para impedir la interferencia política", señaló el panelista.
Democracia y lucha contra la corrupción en el Perú
Asimismo, AAR tocó el punto del que hacer para poder durar a la espera de las nuevas elecciones, pues no hay un pacto de ideas en el Congreso, sino "un pacto de asaltantes". Ante dicho cuestionamiento, el exdiplomático reiteró la importancia del accionar político, jurídico y judicial.
Además, ante tantos casos de corrupción en el Congreso, Pedro Cateriano señaló que "la lucha contra la corrupción no debe ser de carácter selectivo, (sino) que se debe enfrentar con igualdad ante la ley".
Ante ello, AAR sentenció que en el Perú la lucha contra la corrupción era "más que un fin en sí mismo, un instrumento político de ataque al rival". Asimismo, aseguró que "la lucha anticorrupción era un instrumento para atacarse, pero no hay una vocación real de luchar contra la corrupción".
