La Contraloría General de la República advirtió al Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) que el proyecto de construcción de un nuevo terminal de pasajeros en el aeropuerto Jorge Chávez, que ha presentado la concesionaria Lima Airport Partners (LAP), podría ser diferente al contrato original porque considera un diseño dual y no uno solo como se acordó desde el principio.
El 29 de abril de este año, basándose en un denominado informe conjunto, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones suscribió un acuerdo con LAP sobre la construcción del nuevo terminal del aeropuerto Jorge Chávez. Pero la Contraloría detectó que dicho informe no tiene sustento y que pasó por alto los reportes de gerencias y jefaturas especializadas de Ositrán, indicando que cualquier acuerdo debe sujetarse al contrato de concesión.
Empero, en el marco del nuevo acuerdo, el pasado 27 de mayo LAP entregó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del MTC un expediente con un nuevo diseño para el terminal de pasajeros que no corresponde al proyecto original.
“De la revisión del nuevo expediente se advierte que el concesionario (LAP) propone ahora una operación dual, entre el terminal existente, con capacidad de 15 millones de pasajeros, y el nuevo terminal, que construirían para 22 millones de pasajeros. (Esto) difiere ampliamente del Plan de Desarrollo Aeroportuario aprobado el año 2018 y el contrato de concesión, que señalan que el aeropuerto internacional Jorge Chávez contará con un nuevo terminal único con capacidad para 37 millones de personas al año”, informó la Contraloría.
Conforme al informe de control, el MTC y Ositrán abrieron la puerta a LAP para que presentara un nuevo diseño dual del terminal de pasajeros, desconociendo informes técnicos que destacaban que el contrato de concesión indica con absoluta claridad que se trata de un solo terminal.
Como parte de sus compromisos derivados del contrato de concesión, LAP ha iniciado la edificación de una nueva torre de control y de una segunda pista de aterrizaje, y está proyectada la habilitación de un nuevo terminal de pasajeros.
La Contraloría detectó la situación adversa cuando la Dirección General de Programas y Proyectos de Transportes (DGPPT) del MTC consultó si el aeropuerto puede operar con un terminal único o con dos terminales, cuando el contrato dice que procede solo un terminal.
El organismo contralor también halló que el Consejo Directivo de Ositrán se negó a aprobar los informes técnicos de las gerencias de Supervisión y Fiscalización, y de Asesoría Jurídica, los que concluían que no era necesario interpretar nada porque tanto la DGAC como el contrato de concesión indican que lo que debe operar es un nuevo terminal único de pasajeros.
La concesionaria Lima Airport Partners (LAP) justificó por qué decidió plantear un diseño dual para el nuevo terminal de pasajeros.
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“La propuesta de operación con dos terminales se debe a la pandemia de la COVID-19, que significó un impacto enorme en la industria, caída de tráfico, configuración de nuevos modelos operativos, líneas aéreas acudiendo a mecanismos de protección ante insolvencia, etc. Esta situación obligó a replantear el desarrollo del aeropuerto, pero manteniendo sus obligaciones”, argumentó LAP mediante un comunicado.
Diseño. LAP plantea un terminal dual para los pasajeros. Foto: Gerardo Marín/ La República
La concesionaria explicó que el diseño con dos terminales se fundamenta en un informe de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del MTC (N° 1356-2016-MTC/12.08).
En dicho documento, se le indica: “Dada la posible configuración futura del aeropuerto Jorge Chávez con dos terminales separados físicamente por la pista de vuelo (…), el concesionario deberá cumplir con dotar a los terminales dentro del aeropuerto con servicios de transporte de personas para conexión entre los distintos terminales que pudiera tener el aeropuerto”.
Sin embargo, la Contraloría alega que si existe un contrato de concesión en el que está claramente señalado que habrá un solo terminal de pasajeros y no dos, Ositrán y la DGAC deben remitirse en estricto al acuerdo.
Otro hecho relevante es que el Consejo Directivo de Ositrán no ha acreditado estudios o informes técnicos que se opongan a los reportes de sus gerencias especializadas, las que se han pronunciado en el sentido de que no está prevista la construcción de un terminal de pasajeros dual en el aeropuerto. Ahora le toca a Ositrán corregir la decisión de aceptar un diseño que no estaba contemplado.
En respuesta al informe de orientación de la Contraloría, la Ositrán reportó que sobre cualquier propuesta de modificación contemplada en el contrato de concesión, le corresponde al MTC pronunciarse.
“Pudiendo decidir mantener la existencia de un único terminal si así lo considerase conveniente, siguiendo la literalidad del contrato de concesión”, señala Ositrán en un comunicado.
También indicó que Ositrán no ha contemplado la modificación de ninguna cláusula contractual, “porque corresponde ceñirse al texto del contrato”.
Desafío. Consejo Directivo de Ositrán deberá cumplir estrictamente lo que dice el contrato. Foto: difusión