Momento decisivo. El proceso a la red ′Los Cuellos Blancos del Puerto′ pasará a juicio público en los próximos meses. Luego de concretar el acuerdo de colaboración eficaz con el expresidente de la Corte Superior del Callao Walter Ríos Montalvo, la Fiscalía Suprema Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios empezó a presentar las acusaciones penales.
Una de las primeras acusaciones, presentadas ante el juzgado de investigación de la Corte Suprema, incluye a los hasta ahora intocables, el expresidente y juez superior titular del Callao Daniel Peirano Sánchez y el expresidente de la Junta de Fiscales Superior y fiscal superior titular del Callao, Carlos Manuel Sáenz Loayza.
Durante más de 10 años, la Oficina de Control de la Magistratura y la Fiscalía Suprema de Control Interno investigaron, pidieron la destitución y denunciaron a Peirano Sánchez, pero el desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura siempre lo protegió.
Es recién con los CNM audios y la reforma del sistema de control judicial que parece haber llegado la hora en que rinda cuentas. El fiscal supremo Jesús Fernández Alarcón ha logrado reunir una serie de pruebas de audio, videos, datos de geolocalización y declaraciones de testigos y colaboradores eficaces que implican a Peirano en diversas negocios ilícitas y presiones para lograr que un juez del Callao ordene la devolución de 18 barras de oro incautadas por la Sunat.
Esta historia comienza el 10 de diciembre del 2013, cuando en una acción de control la Sunat inmoviliza una exportación de 18 barras de oro por parte de la empresa Mining & Energy Solutions, lo que genera el inicio de un proceso por lavado de activos, luego de que el exportador no logra probar fehacientemente el origen legal de la procedencia del metal dorado.
Daniel Peirano
El 2015, la empresa Aram Asset Management, representada por Raúl Linares Sanoja, se presenta a juicio y reclama la devolución de las 18 barras de oro, valorizadas en 1.837.253 dólares, señalando ser el legítimo propietario. Dice que ya las había comprado al momento de la incautación.
Por esa misma época, Linares y su esposa Alejandra Mercurio Rivadossi conocen a Carlos Sáenz, quien se convierte en asesor legal informal en este y otros procesos.
Los registros históricos de llamadas establecen que a partir del año 2016 Sáenz Loayza realiza una fluida comunicación con Walter Ríos Montalvo y a través de él con Daniel Peirano y el hoy prófugo juez supremo César Hinostroza Pariachi. El 2016 se cuentan 84 llamadas de Sáenz a Ríos.
El 26 de enero del 2017, en un almuerzo en el restaurant Al Pairo del Yacht Club Peruano, Carlos Sáenz presenta a Raúl Linares y su esposa Alejandra con el juez Walter Ríos, para que interceda ante el juez del Tercer Juzgado Penal del Callao y lograr la devolución del oro.
El consumo del restaurant es pagado por Raúl Linares. Además, dos días después, este hace llegar una caja de 12 botellas de whisky etiqueta dorada a la casa de Ríos.
El expresidente de la Corte del Callao procede a hablar con los jueces del Tercer Juzgado Penal, primero, con el suplente Julio Lanazca, al que sacan del puesto, y, luego, con Pedro González Barrera. Además, con el juez superior y presidente de la Cuarta Sala Penal Liquidadora Permanente del Callao, Daniel Peirano.
A los jueces de primera instancia, Ríos Montalvo los presiona con su poder. En tanto, a Peirano, el fiscal Sáenz y los empresarios interesados le hacen la promesa de un pago futuro de 50 mil dólares.
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En setiembre del 2017, Sáenz logra reunirse con el juez Pedro González para convencerlo de que emita la resolución a favor de devolver las barras de oro. González escucha y dilata la decisión.
En paralelo, la Cuarta Sala Penal Liquidadora archiva el proceso por lavado, a fin de reforzar el pedido de devolución de las barras de oro. Pero, como el juez se sigue resistiendo, le dicen que resuelva a favor o en contra de que el expediente suba a las manos de Daniel Peirano.
Con un festín de trámite y de manera superacelerada, el 31 de mayo del 2018, la Cuarta Sala Penal, que controla Peirano, emite la resolución que dispone la devolución de las 18 barras de oro.
Daniel Peirano se encontraba en proceso de notificar al Pronabi cuando estalló el escándalo de los CNM audios y ya no tuvieron tiempo de ejecutar la resolución judicial. El oro nunca fue devuelto.
“Sala Penal controlada por Peirano se disponía a devolver el oro, cuando salieron los CNM audios”.
50,24 kilos en 18 barras de oro de la empresa aurífera Mining & Energy Solutions.
1.836.253 dólares es el valor de las barras de oro.
La Fiscalía pide para Walter Ríos y Daniel Peirano penas de 5 años y 6 meses de prisión e inhabilitación para ejercer cargo público, por un delito de cohecho. Ríos ya tiene una pena de 12 años de cárcel en colaboración eficaz.
Para el fiscal Carlos Sáenz, al ofrecer dádivas a Ríos y Peirano, 11 años de prisión, al considerarse dos delitos de cohecho. Para los empresarios Linares Sanoja y Mercurio Rivadossi, 11 años de prisión.
El juzgado supremo está desarrollando el control de la acusación, previo al juicio. En febrero, la Fiscalía de Pérdida de Dominio logró la incautación definitiva, a favor del Estado, de las 18 barras de oro.