Desde el inicio de la gestión del Congreso, tras la primera vuelta de las Elecciones Generales 2021, las bancadas de oposición se han hecho notar de manera negativa y han tenido un comportamiento errático en busca de su beneficio personal. Representantes de Avanza País, Fuerza Popular y Renovación Popular acudieron a la Organización de los Estados Americanos (OEA) cuando no estuvieron de acuerdo con los comicios, pero también fueron capaces de cerrarle las puertas sin fundamento.
Lo ocurrido el último lunes 28 de abril cuando se evaluaba la moción de vacancia presidencial contra Pedro Castillo en el Pleno lo confirma: la congresista Patricia Chirinos (Avanza País) vapuleaba a los integrantes de la OEA luego de que su fólder con supuestos fundamentos por los cuales el jefe de Estado estaba inmerso en actos de corrupción fuera rechazado por ellos.
Esto nos remonta a la segunda vuelta electoral, cuando se dio por ganador de la presidencia del Perú al candidato de Perú Libre, Pedro Castillo. La oposición no estuvo conforme, empezando por la rival perdedora de la contienda, Keiko Fujimori (Fuerza Popular), quien se vio derrotada por tercera vez y acusó de fraudulento a los comicios sin mostrar ni una sola evidencia.
La lideresa fujimorista movió cielo y tierra para retrasar la proclamación de los resultados, junto con la ayuda de otro candidato perdedor, Rafael López Aliaga (Renovación Popular), y se unieron con congresistas de Avanza País para dividir aún más al país e impugnar cientos de actas. Y ahí fue la primera vez que legisladores acudieron hasta la sede de la OEA en Estado Unidos para pedirles que intervengan en las votaciones.
Jorge Montoya, de Renovación Popular, llegó junto con Hernando Guerra García de Fuerza Popular y otro grupo de políticos no electos para acusar fraude electoral ante la victoria de Pedro Castillo y solicitar una auditoría por ello. En el lugar, no fueron recibidos.
De todas maneras, los observadores internacionales ya estaban preparando un informe sobre el proceso electoral, el cual concluyó con su veredicto de que fue transparente.
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Previo al debate de la moción de vacancia presidencial —impulsada por Renovación Popular—, el Ejecutivo solicitó que los representantes de la OEA en Perú, Jean Michel Arrighi, secretario de Asuntos Jurídicos; Maricarmen Plata, secretaria de Acceso a Derechos y Equidad, y Miguel Ángel Trinidad puedan estar presentes en el proceso.
No obstante, la Junta de Portavoces rechazó su presencia y solo les permitieron ver la transmisión televisiva cerca del Palacio Legislativo.
Pese a ello, y como se mencionó líneas arriba, la congresista Patricia Chirinos intentó entregarles un fólder sin mayor sustento que recortes periodísticos y denuncias constitucionales en contra de Castillo Terrones, al que denominó “el fólder de la corrupción”. Ellos, como era de esperarse, no lo recibieron.
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Aparentemente, esto enfureció a la legisladora, que no dudó en tildarlos de misóginos y afirmar que apoyan a los funcionarios de este Gobierno con denuncias por violencia, durante su participación en el Pleno.
“Que lo escuchen bien nuestros amigos de la OEA, a quienes personalmente les he llevado el fólder de la corrupción de Pedro Castillo, pero que encerraditos en cuatro paredes no quisieron recibirme. Es esa misma OEA que con su silencio avala el comportamiento misógino y de violencia contra la mujer que caracteriza a funcionarios de este Gobierno, la corrupción que muchos aquí defienden y que otorgó a sus cómplices licitaciones millonarias”, manifestó.
Este comportamiento ha dejado notar que los opositores solo acuden a la OEA y les parece válida su participación cuando persiguen un interés particular, pero son capaces de invalidar la investidura de la organización si esta no responde como ellos lo esperan.