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Política

¿Cuál es el proceso correcto para un eventual adelanto de elecciones generales mediante iniciativa ciudadana?

Hace unos días, el expresidente Francisco Sagasti propuso, como una manera de salir del entrampamiento político, nuevas elecciones generales con la presentación de un proyecto de reforma constitucional impulsado por los ciudadanos.

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Pedro Castillo, Dina Boluarte y María del Carmen Alva iniciaron sus gestiones en julio de 2021. Casi ocho meses después ya se habla de elecciones generales. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/La República

A mediados de febrero, y en plena confrontación política que parece inacabable, Ipsos Perú publicó una encuesta que señalaba que el 74% de los peruanos preferiría que haya elecciones generales si el presidente Pedro Castillo y la vicepresidenta Dina Boluarte fueran sacados del Ejecutivo. Es decir, esperan que se vayan todos. Ya rondaba la idea de nuevas elecciones generales.

Días después del sondeo, el Ejecutivo y el Congreso acordaron, presuntamente, una tregua, que no duró mucho. Se desvaneció y la riña entre ambos poderes del Estado siguió su curso, aunque con una oposición que actúa cuando le conviene. Permiten, por ejemplo, ministros cuestionados, pero ya han admitido a debate una moción de vacancia presidencial.

Ante tanta crisis, el exmandatario Francisco Sagasti propuso una idea: la presentación de un proyecto de reforma constitucional que acorte los periodos presidencial y congresal, y que lo haga la ciudadanía a través de la recolección de 75.900 firmas. La idea caló en las redes sociales y ya hay una publicación que está fomentando que ciudadanos se adhieran con sus rúbricas a la iniciativa, solo que a través de la plataforma change.org, una manera que no es la correcta, según indica Juan Carlos Díaz, profesor de Derecho Constitucional de la PUCP y de la Universidad Científica del Sur.

¿Cuál es el procedimiento, entonces?

Según el artículo 206 de la Constitución, “la iniciativa de reforma constitucional corresponde (…) a un número de ciudadanos equivalente al 0,3% de la población electoral, con firmas comprobadas por la autoridad electoral (más de 75.000)”.

El constitucionalista Juan Carlos Díaz explica que, “dado que por disposición constitucional el mandato del presidente y de los congresistas es de cinco años, solo una reforma constitucional, mediante la incorporación de una disposición transitoria, podría disponer, de forma expresa, que los mandatos presidencial y congresal del presente periodo gubernamental se reduzcan de forma excepcional”.

Publicación de change.org. Foto: captura de Facebook de Javier Rubio Del Valle

Los interesados deben redactar el proyecto de nuevos comicios incluyendo dicha disposición transitoria y pedir los planillones a la ONPE para recolectar las firmas que acompañen el texto, cumpliendo con el mínimo requerido (0,3% de la población electoral). Luego de que la Reniec valide las rúbricas, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) remitirá la iniciativa al Legislativo para que le otorgue el trámite de una reforma constitucional, siguiendo el artículo 206 de la carta magna.

“En el Congreso, el proyecto de ley de reforma por iniciativa ciudadana se tramita como cualquier otro proyecto de ley de reforma constitucional: análisis y dictamen de la Comisión de Constitución”, explica Díaz. Después pasaría al pleno y hay dos vías para aprobarse: 66 votos más un referéndum o al menos 87 votos en dos legislaturas.

No obstante, existe la posibilidad de que la Comisión de Constitución y Reglamento archive la iniciativa. De darse esta situación, “ahí termina todo”, explica el abogado constitucionalista Omar Cairo a esta redacción.

Elecciones generales y un conjunto de medidas

Para Jorge Jáuregui, especialista en Derecho Electoral y docente universitario, convocar solamente a elecciones generales “no sería lo más adecuado”. “Probablemente sea necesario convocar a un referéndum con un conjunto de medidas —reforma del sistema electoral, de repente reforma del diseño del Parlamento con más escaños—, de tal manera que los problemas que tenemos, que son la desproporcionalidad y la subrepresentación (en el Congreso), se solucionen. Dentro de ese paquete debería estar el adelanto de elecciones”, expresa.

“Lo que es cierto es que las condiciones con las que viene funcionando el sistema político se apartan de los principios democráticos; es decir, no tenemos una representatividad clara”, finaliza.