Arequipa. La Cumbre de los Pueblos Afectados por la Minería terminó ayer y lo que más extrañaron sus participantes fue la presencia de una autoridad que los escuche. “Así como van a Perumin también deberían venir a escucharnos. También tenemos mucho que decir y proponer”, indicó Dilvia Gálvez, organizadora de dicho evento, durante la marcha que realizaron tras su clausura.
Gálvez detalló que invitaron a varias autoridades, incluido el gobernador Elmer Cáceres. “Pero nos extraña que no haya asistido. Tampoco recibimos una respuesta. No sabemos por qué no vino”, contó la activista.
A la Cumbre de los Pueblos sólo asistió el congresista Marco Arana, pero su participación fue muy breve, indicó Gálvez.
Antes de culminar la Cumbre de los Pueblos, realizaron una última plenaria. En esta decidieron continuar el apoyo a la lucha de los agricultores del valle de Tambo contra el proyecto minero Tía María, y pidieron una nueva Constitución.
Esto último debido a que estos pueblos no se oponen a la actividad minera, pero sí a la que contamina. Para lograrlo, señalaron, la Constitución y las leyes actuales no sirven, y sería conveniente una nueva Carta Magna.
Para los pueblos afectados por la minería, el cambio de reglas de juego es la única forma de que el país se beneficie de verdad de la actividad extractiva.