Las nuevas bancadas que se vienen formando no parecen estar buscando más ventaja que una mayor libertad de expresión y de acción en el Congreso.,La psicología profunda ha ingresado al parlamento por la puerta grande. El vocero de Fuerza Popular quiere introducir en el debate una diferenciación entre nuevas bancadas formadas por disidentes y nuevas bancadas formadas por tránsfugas. Quiere que se prohíba estos segundos casos. ¿Cómo diferenciarlos? Por lo menos hay un cierto avance en FP. Antes todo el que se sentía mal en el partido y quería dejarlo era considerado un tránsfuga. Ahora por lo menos se reconoce la categoría de disidente. Como el vocero va a necesitar un método para establecer la diferencia, allí entraría la psicología profunda. Hay mucho de ilógico en todo esto. En el fondo todo deseo de saltar de una bancada a otra es un tema de conciencia. El congresista lo decide en su fuero interno, una subjetividad donde la persona es responsable absoluta de sus actos. La decisión de pertenecer o no a determinado partido es un clásico tema de conciencia. El vocero de FP evidentemente ha olvidado cuántos de los integrantes de su bancada original de 70+ congresistas venían de otros partidos. Tomaron una decisión de conciencia al entrar a FP, pero se volvieron potenciales tránsfugas al querer salir, una perfecta ley del embudo, que en cierto modo ahora se quiere reeditar. La expresión tránsfuga tuvo su cuarto de hora a comienzos del siglo, cuando se sancionó a ciertos congresistas que aceptaron dinero para cambiar su voto. Aunque suene sutil, en un caso así lo censurable es recibir dinero, no cambiar el voto. Es decir, no todos cambiaron por dinero, algunos lo hicieron por conciencia. En la postura del vocero de FP viene envuelta una acusación. Pero las nuevas bancadas que se vienen formando no parecen estar buscando más ventaja que una mayor libertad de expresión y de acción en el Congreso. Una libertad que figura claramente en la Constitución. Libertad que el cogollo de FP no les daba. De otra parte, a quienes lamentan una fragmentación del Congreso habría que hacerles notar la ventaja de que haya más, no menos, posiciones en el Congreso. No es casual que las bancadas se dividan, en no pocos casos buscando oxígeno para su conciencia, precisamente. ¿El vocero FP los enviaría a todos al psicólogo?