¿Cuántas de las propuestas planteadas se pueden materializar y cuántas exceden las competencias municipales?,En el pasado debate municipal, con la primera tanda de candidatos por Lima, hemos escuchado conocidos estribillos: “tolerancia cero con la corrupción”, “calles más seguras”, “cámaras de última generación con reconocimiento facial, dactilar e infrarrojo”... (ok no, esto último es una hipérbole mía, pero ustedes entienden el punto). ¿Cuántas de las propuestas planteadas se pueden materializar y cuántas exceden las competencias municipales? Pocos respondieron a estas interrogantes y más bien se lanzaron con algunos planteamientos que parecían producto de la desesperación o del mero desconocimiento. Por ejemplo, legalizar los taxis colectivos. ¡Como si legalizar la informalidad en el transporte fuera una solución! O techar el río Rímac... Sí, un candidato propuso este total sinsentido. Otra mala broma fue plantear un toque de queda para menores de edad. ¿En serio? ¿Quiénes se tomarán el trabajo de recoger a los jóvenes y adolescentes que estén en las calles pasadas las 11? ¿Los serenos, la policía o el mismo alcalde? Ya pues. Para colmo de males, teníamos que esperar, en cada ronda, a que pase el minuto sagrado de silencio por culpa del candidato Renzo Reggiardo, cuya ausencia de seguro le terminará costando caro. No ir a un debate porque te insultan es simplemente no estar preparado para el juego político... o también puede ser parte de una muy mala estrategia electoral. Para no cometer el mismo error, Ricardo Belmont tendría que aparecerse el próximo domingo para la segunda parte del debate, aunque ya ha dicho que su verdadera intención es otra. Dijo que, de ganar estas elecciones, le cedería la posta al teniente alcalde, porque en realidad preferiría llegar hasta la presidencia. ¿Para qué se postula entonces? Belmont ya intentó ser primer mandatario y no llegó ni al 10% de los votos, mucho ojo. Pero no todo ha sido malo. Esta primera parte del debate ha ayudado a calentar motores. Bien hacen candidatos como Gustavo Guerra García al recordar que Lima tiene más de medio millón de quechuahablantes y que es fundamental plantear propuestas para este sector de la población. El candidato Jorge Muñoz también recogió una iniciativa que él también ha venido impulsando durante su gestión municipal en Miraflores: semáforos sonoros para personas con discapacidad visual. Hace seis años se instalaron en 4 puntos de Lima y posteriormente Muñoz implementó esta útil herramienta en la avenida Larco, como un paso más hacia una Lima con vías más inclusivas y accesibles. Pocos candidatos tienen propuestas claras para las personas con discapacidad y es momento de plantearlas. También me resultan interesantes las propuestas del señor Manuel Velarde y espero verlo debatir el próximo domingo. Su discurso contra la corrupción me ha gustado, pero habrá que escucharlo en temas concretos. Aún tenemos 14 días, estamos a tiempo para votar responsablemente.