¿Es el VP Vizcarra el ‘mal menor’ del presidente PPK?,Convencido de que una foto vale más que mil palabras, el presidente Pedro Pablo Kuczynski fue ayer a Ancón para inaugurar pistas y veredas con Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, buscando transmitir el mensaje de que, al menos en su gobierno, el suelo está parejo. No pasó desapercibida en la visita que el presidente y sus dos vicepresidentes viajaran en unas ‘anconetas’ que se parecen un poquito a las ‘mototaxis’, lo cual sirvió para especular con una respuesta a la bancada de Fuerza Popular que no oculta su pretensión de vacar a PPK. En efecto, hoy abundan las especulaciones y rumores de la salida de PPK de la presidencia por una vacancia y su reemplazo por el vicepresidente y embajador en Ottawa Vizcarra en una oportunidad que no sería muy lejana. ‘Los Chistosos’ de RPP -que hoy cumple 25 muy divertidos años haciendo reír todas las tardes a los peruanos- comentaron ayer, con su particular ironía, que a PPK le dicen ahora ‘semana santa’ porque no se sabe si cae en marzo o en abril. Lo deseable sería que ello no ocurriera y que la presidencia de Kuczynski se recuperara, pero, si cae, primero, ¿aceptaría Vizcarra esta vez el sillón presidencial o se repetiría el amago de una renuncia en bloque de la plancha para dificultar el voto por la vacancia, pues un adelanto de elecciones constituiría un paso mayor que no muchos están dispuestos a dar. En el entorno de Palacio me contaron que la posibilidad de la renuncia de Vizcarra nunca estuvo en juego en el anterior intento de vacancia, y que la interpretación de que ello iba a ser así porque PPK dio su discurso junto con los dos vicepresidentes fue un error que, sin duda, lo ayudó. Y tampoco ahora estaría en evaluación su renuncia si se le requiriera que sea presidente de la república. ¿Podría ser un buen presidente? Lo ayuda el que es alguien honesto y capaz, que la opinión pública le daría un espacio con oxígeno, y que la oposición lo apoyaría pues no quiere una turbulencia mayor ni le conviene el adelanto electoral. A inicios de esta década, cuando Vizcarra empezaba a asomar por su buena gestión como gobernador de Moquegua, escribí una columna sobre él titulada ‘Muchacho provinciano’ aludiendo a la canción de Chacalón y la Nueva Crema, sobre sus buenas posibilidades de destacar en la escena nacional. Pero esta vez, para ser exitoso, Vizcarra tendría que ver cómo evitar que la ‘mototaxi’ lo atropelle.