El reciente incendio en Huaca Ventarrón demostró que en la era PPK prevalece la indiferencia y la ineptitud.,Janier Jesús Flores Vigo. No debemos olvidar el nombre del camionero de la empresa Pacatnamu SAC que destruyó tres geoglifos de Nasca con su pesado camión repleto de carbón. Al sujeto se le ocurrió internarse en la zona intangible para dar la vuelta en “U”. La gracia le puede costar 9 meses de prisión preventiva. Falta saber si la empresa también será sancionada. Gracias a la gestión del arqueólogo Johny Isla, en el circuito de los Geoglifos de Palpa y Nasca se han instalado más de 60 carteles que prohíben el paso a las pampas. A estas advertencias se suma el monitoreo diario que realizan las avionetas que pasean turistas y la reacción de arqueólogos y vigilantes para evitar estos atentados. Uno de ellos arriesgó su vida y se trepó a la cabina del camión para que no se dé a la fuga. Esta es la actitud que necesitamos en todo el sector Cultura. Su mejor precedente fue el atentado perpetrado por un grupo de idiotas de Greenpeace. Fue en diciembre del 2014 y en el marco de la COP20 que se celebraba en Lima. La inmediata reacción de las autoridades culturales de Ica fue avalada por el entonces viceministro de Cultura, Dr. Luis Jaime Castillo y por la propia titular del sector, Diana Álvarez-Calderón. Ambos pusieron el grito en el cielo pese a que organizadores y funcionarios de la administración Humala trataron de minimizar el atentado para no ofender a los organizadores de la conferencia ambiental. La reacción de los funcionarios y el impacto mediático del atentado de Greenpeace sirvieron para sancionar a los responsables. Tres años después fueron condenados a pagar 2 millones de soles de reparación. Dos de ellos cumplieron con pagar la multa. Esta es la actitud que se extraña en el Ministerio de Cultura. El reciente incendio en Huaca Ventarrón demostró que en la era PPK prevalece la indiferencia y la ineptitud.