¿Ganapanes de FP arriesgarán su quincena? Lo dudo mucho.,Hizo bien el gobierno en responder al anuncio de Fuerza Popular (FP) de que va a censurar a la ministra Marilú Martens, con una cuestión de confianza, porque lo que está en juego no es la política educativa sino el respeto elemental al presidente de la república que el fujimorismo quiere demoler con el objetivo final de vacarlo. FP planteó una medición de fuerzas usando como biombo la política educativa, para lo cual llegó a aliarse hasta con Sendero Luminoso, como lo evidenciaron los arrumacos de Héctor Becerril en la huelga de maestros. Por ello, jugando en el mismo terreno de la política, que ha sido la debilidad principal de la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski, es una respuesta acertada –aunque tardía– la notificación a la bancada de FP de que, si insiste en manosear al gobierno, sus miembros pueden dejar de pasar por caja cada quincena. Es tardía porque, si PPK hubiera hecho eso cuando se interpeló al ex ministro Jaime Saavedra, en diciembre pasado, hoy no sería el rehén de FP en que se ha convertido, con expresiones de acorralamiento que van desde amenazas y censuras a integrantes del gabinete, hasta embromar un pedido de viaje del presidente a la ONU y al Vaticano. No lo hizo en esa oportunidad y hoy paga la consecuencia de sufrir la falta de respeto por parte de una bancada parlamentaria de FP que parece que fue armada en un desagüe por la calidad personal de varios de sus integrantes, tal como se va revelando cada día que pasa, desde sinvergüenzas que se quieren llenar el bolsillo a costa del erario, hasta mequetrefes intelectuales e ignorantes con más arrogancia que neuronas. Ipsos dice que, en una nueva elección, la bancada de FP crecería con relación a ahora. Pero habrá que ver qué pasa entonces y, finalmente, esto no es una cuestión de encuestas sino de una estrategia política que apunte a que prevalezcan los principios. La cuestión de confianza es lo que, por fin, corresponde que haga el gobierno. Si FP insiste en la censura a Martens, caerá el gabinete presidido por Fernando Zavala –quien pagará, como corresponde, el costo de no haberse puesto firme con el fujimorismo desde el inicio–, y el congreso fujimorista pondrá su cabeza en la guillotina que caerá si insiste en otra censura. Pero es difícil que eso ocurra pues la bancada de FP está llena de ganapanes que no van a poner en riesgo su quincena. Tan asustados están por ello que ya están diciendo que el gobierno no puede solicitar una cuestión de confianza, cuando es claro que sí puede hacerlo.